el burladero
Más respeto a los españoles, Sánchez
Este es el día en el que, con todo el dolor del bolsillo, hemos de compartir una respuesta ante una amenaza a cualquiera de nosotros
La pértiga de Olona
Feijóo es culpable y Bildu en palacio
Este día, antes o después, iba a llegar: el día en que Europa debía hacerse mayor en materia de defensa, el día en que nos viéramos concernidos por una amenaza verosímil y, al mirar a nuestro gran protector en estas dos guerras mundiales, nos ... diéramos cuenta de que estamos solos. Este es el día en el que, con todo el dolor del bolsillo, hemos de compartir una respuesta ante una amenaza a cualquiera de nosotros, lo cual vale mucho dinero y no poco esfuerzo colectivo, pero si hay algo en lo que más o menos está la mayoría de acuerdo es en que ello es insoslayable. Cada país sabrá lo que tiene al frente y la suerte que le ha correspondido en el reparto de liderazgo –tendente a la escasez–, pero a nosotros, los españoles, nos pilla este desafío en el peor momento de nuestra historia reciente: un Gobierno de inútiles, dividido en dos facciones, con un chulángano de presidente y una mayoría parlamentaria que no es tal.
La extrema izquierda y la extrema derecha dicen lo mismo: estamos lejos de Rusia y aquí no va a llegar con sus blindados. Puede ser, siempre que no olviden que tiene miles de misiles nucleares y que uno de esos cacharros tarda en llegar a Madrid unos diez minutos más que a Berlín. El problema está en ignorar que la amenaza de Putin nos concierne, por alejados que estemos de Moscú, de la misma manera que debiéramos mirar hacia el Mediterráneo y el norte de África, por donde pueden llegar mas problemas: no podemos no estar involucrados ya que eso es precisamente lo que quiere el ruso. Nadie habla de reclutar a la ciudadanía y enviarla al frente de Ucrania a defender al continente: se habla de armarse suficientemente para que nadie tenga la idea de darse un paseo por nuestros lares con ínfulas de conquista. Al fin y al cabo, la amenaza mutua de destrucción es lo que ha evitado una Tercera Guerra Mundial. Europa está en ello de forma resignada pero decidida. Nosotros, en cambio, nos enfrentamos a una situación estúpida: el Gobierno no tiene Presupuestos y no tiene apoyos para aumentar el gasto militar –sí los tendría si buscara en la oposición, pero eso ni hablar–, y en lugar de rendirse a la evidencia prefiere acudir al Parlamento a soltar peroratas insufribles y a no explicar lo gordiano del asunto, que es cómo, cuándo y con qué va a reunir la cantidad que es precisa para situarse al mismo nivel que otros países de la Unión Europea. Menos explicarnos lo que pasa, que eso ya lo sabemos, y más pormenorizar cuál es la respuesta a esta situación.
Este jueves en París, Sánchez ha acabado por comprender que no puede fugarse de la realidad el estilo de Paiporta. Debe mostrar más respeto por sus conciudadanos y tratarlos como adultos, como acaban de hacer los británicos, y no como niñatos manipulables con cuatro consignas trasnochadas. Un 'kit' de supervivencia democrática es lo que nos hace falta.
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