EL BURLADERO
Hasta la próxima guerra
La paz en Ucrania cursa con derrota de Ucrania, al menos sobre el papel, y con pecho henchido de un criminal compulsivo como Putin
Autolesión
La 'otra' memoria
Cualquier fin de una guerra es una noticia salvífica. Una serie de tipos se dejan de matar y, por lo tanto, hay gente que deja de sufrir. Pero la historia nos enseña que algunos fines de guerras han sido el germen de guerras futuras. El ... ministro Albares no deja de tener una parte de razón cuando señala este extremo. La I Guerra Mundial se cerró con la humillación de la parte vencida y todos sabemos lo que supuso eso al cabo de unos pocos años, y más habiendo alemanes de por medio. La paz en Ucrania cursa con derrota de Ucrania, al menos sobre el papel, y con pecho henchido de un criminal compulsivo como Putin, que se queda con lo conquistado en el 14 –Crimea– y lo ocupado en el 22 –el Donbás–, y la tranquilidad de saber que a su vientre no le nace una base de la OTAN y que ya veremos cómo se comportan los vecinos cuando le vuelva a apetecer salir de paseo por el Báltico. Es cierto que, en ese caso, Vladimiro podría llevarse una sorpresa: Finlandia es mucho más sólida en defensa de lo que podemos imaginar desde aquí abajo; Noruega goza de una Marina de guerra de excepción; Suecia dispone de unas tropas especiales que están entre las mejores del mundo y Polonia dedica el 5 por ciento de su PIB a inversiones en todo tipo de armamento.
Habrá que ver cómo queda Zelenski después de todo este despeñe. No lo va a tener fácil: después de tres años de guerra cruel, si quedan las cosas tal y como estaban tras la invasión rusa no es un panorama fácilmente exhibible. Tal vez la negociación le permita recuperar algo de lo perdido, pero volver a las fronteras de hace diez años no es realista. Ucrania no puede aspirar a recuperar los territorios que Rusia se anexionó. Quizá sí pellizcar algo de lo arañado en este último tiempo. Pero ¿cómo se explica todo eso a las familias de los muertos y de los exiliados? Siempre podrá decir que les han abandonado o alegar que Trump se compromete a la reconstrucción –siempre que EE.UU. pueda hacer negocio–, pero ni siquiera eso le salvará de un juicio crítico. Ucrania no será de Alianza Atlántica y Europa, esa vieja dama constipada, tendrá que rascarse el bolsillo y prepararse para la defensa del futuro, que no necesariamente será a base de Leopard, aunque también: las guerras por llegar estarán llenas de armas autónomas, enjambres de drones, pocos soldados y mucha tecnología punta que ahora aún está por desarrollar y, por tanto, de investigar a base de magras cantidades de dinero. El mundo cambia a velocidad vertiginosa y este episodio nos muestra cómo la Guerra Fría y sus tensiones son milongas del pasado. El planeta se lo reparten tres potencias, entre las cuales está esa Rusia por la que nadie daba un duro. Hoy sólo nos queda desear que a la hora del aperitivo nos sirvan el vermú agitado pero no mezclado. Hasta la próxima guerra.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete