Hazte premium Hazte premium

antiutopías

La tragedia de Gustavo Petro

Lo desgarrador es su nula capacidad para gestionar lo real y concreto

Bukele y la soedad americana

Amoralidad política y moralismo cultural

Carlos Granés

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Quienes sienten el hechizo del poder en América Latina no suelen ser políticos al uso, sino personajes desmedidos, con alma de visionarios o redentores más que de estadistas o gobernantes tradicionales. Basta con pasar revista a los mandatarios actuales, tanto a los de derechas –Bukele ... o Milei–, como a los de izquierdas –AMLO, Boric o Petro– para comprobarlo: ninguno de ellos llegó a la presidencia de su país para gobernarlo, sino para salvarlo. Tocados por la providencia, se impusieron la misión de refundar sus países y hacer de su paso por la jefatura del Estado un hito, un parteaguas en la historia. Pero entre todos estos presidentes, el caso más fascinante es el de Petro. Él es quien tiene una imagen más sobredimensionada de sí mismo, tanto así que Colombia le queda chica y en consecuencia ha querido convertirse en un líder mundial y tutelar la causa contra el cambio climático. No sólo intenta redimir a Colombia de 200 años de mal gobierno, sino a la humanidad entera de su inminente extinción.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación