sin punto y pelota
Primero la plaza, luego la ética
Ni siquiera saben que, de haberles pillado con un examen filtrado una vez realizada la prueba, podrían haber cometido un delito
Bajar el peso de la factura gorda
¿Dónde están esos partidos?
Hay nervios de varios tipos. En la mañana del 29 de septiembre, domingo, más de 4.000 opositores que optan a 200 plazas en RTVE están a las puertas de la facultad de Económicas de Somosaguas. Los hay mayores, jovencitos, residentes en Madrid, en ... el extranjero o en provincias. Entre ellos, hay decenas a los que les han filtrado el examen. Callan. Ignoran que la noche antes se ha conocido la filtración. Ahora, semanas después, ya sabemos que ha habido detenciones y que se apunta a miembros de UGT. ¿Por qué tienen que estar los sindicatos en los tribunales? ¿Es a lo que aspiran los que quieren unos tribunales distintos para acceder a la magistratura?
Volvamos a la escena. Unos están más nerviosos que otros, obviamente, al margen de lo que vaya en su carácter. Cuentan con una ventaja indudable. ¿Qué piensan? ¿Que son unos afortunados y los demás unos panolis? ¿Que los panolis, de haber podido, hubieran hecho lo mismo? No es fácil. Me dice un amigo: «Yo doy gracias por no haber tenido acceso a la prueba y no haberme visto en esa situación. Creo que sé lo que habría hecho: denunciarlo. Pero sólo lo creo». Menos mal que, horas antes, un trabajador dio la voz de alarma a parte del tribunal. Por la mañana, un abogado de RTVE, acompañado de una miembro del tribunal no sindicalista, pone la denuncia en la comisaría de Pozuelo. Se comunica a los más de 4000 congregados que se suspende la prueba. De nuevo, distintos nervios. Están los indignados porque haya podido ocurrir una chorizada semejante y están los que protestan por la suspensión. Volverán a examinarse el próximo 2 de noviembre. Volverán a entrar asuntos relacionados con la ética. Mi amigo me pasa el subrayado fosforito: «Evitará, o pondrá fin, a cualquier situación que pueda dar lugar a un conflicto de intereses en el ejercicio de su profesión». Carta ética mundial de la Federación Internacional de Periodistas. «Primero la plaza, luego la ética», me explica.
Lo cierto es que cualquiera con amigos o familiares que hayan pasado por según qué oposiciones sabe que estas cosas ocurren. Y que hay una especie de 'omertá'. De oposiciones en algunas universidades a otras para policía local. Recuerdo un fichero que me pasaron con sagas familiares de sindicalistas en una universidad. Siempre me pregunto si esas cosas se comentan en el bar, justo antes o después de rajar de los políticos. Si alguno se atrevería a llamar corrupción a conseguir una plaza pública amañada que supone un sueldo para el resto de vida laboral que sale de nuestros impuestos. Si ni siquiera saben que, de haberles pillado con un examen filtrado una vez realizada la prueba, podrían haber cometido un delito.
Mientras, hay cierta incertidumbre sobre si, para el 2 de noviembre, se siguen estudiando la composición del consejo de administración de RTVE tal y como estaba o quizás deban memorizar el decreto que amplía las plazas a 15, para dar acomodo a los socios de Sánchez, doctor 'cum laude'. Entre las preguntas filtradas, al menos, no había ninguna de ética, aunque entrara en el temario.
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