Hazte premium Hazte premium

en clave de tron

Venezuela

Yo he visto cómo se prostituyen las venezolanas para comprar jabón. Cómo llora un venezolano al huir de las torturas. Cómo comen de la basura

La isla de El Hierro

Pedro y José

Ángel Expósito

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Conocí a Darryl en Necoclí, a orillas del golfo de Urabá, a punto de saltar al tapón del Darién. Se echó a llorar cuando le pregunté por el futuro de Venezuela: «He visto compatriotas violadas, muertos por el camino. Sólo pido a Maduro que ... se vaya, que ya tiene bastante dinero». Doña Emilia era tan anciana como chiquitita. Mi hermano, el obispo Víctor Ochoa, pidió a los cooperantes de La Parada (Cúcuta) que le metieran doble ración de pasta con atún en la bolsa. «No es para mí –sollozaba doña Emilia– es para mis hijos enfermos que esperan en San Cristóbal en la otra ribera del río Táchira».

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación