EN CLAVE DE TRON

¿De qué se ríe Ábalos?

A lo mejor le hace gracia lo que dicen de él sus ex compañeras y compañeros de partido. Es una pena que no se atrevan a decirlo en público

El pasado jueves, José Luis Ábalos entró en el Tribunal Supremo por primera vez. Ya se puede aprender el camino porque lo va a repetir unas cuantas veces, en distintas situaciones. «El Jefe» entró por la calle del Marqués de la Ensenada como sólo ... él sabe: con ese aplomo, esa sonrisa, esa mirada de soslayo... Y me vino a la cabeza una pregunta inmediata: ¿De qué se ríe? ¿Qué le hace tanta gracia? A medida que pasaba el día me surgieron varias respuestas:

«Jose» sonreía recordando el chiste del dentista: ¿A que vamos a llevarnos bien? ¿A que no nos vamos a hacer daño? Y de cómo Pedro le metió a capón como número dos en la lista del PSOE por Valencia, hace solo año y medio, para seguir aforado. Todo muy progresista y reformista.

Quién sabe... quizás se reía de todos y cada uno de los agentes de la UCO que están desgranando los dispositivos incautados a Koldo. En este sentido, puede que le hagan gracia los recuerdos del material «personalísimo» que él mismo reclamó al juez el pasado verano en un escrito a la Audiencia Nacional, suplicando al juez que le devolviese dos ‘pendrives’ con imágenes e información «absolutamente privada y personalísima». Según le explicó al magistrado, se trata de dos archivos de su propiedad que guardaba Koldo en su casa y que fueron incautados por la Guardia Civil.

Es posible que a José Luis Ábalos le hiciera gracia lo que su ex Carolina Perles iba contándoles a Adriana Lastra y a Carmen Calvo o, probablemente, los chanchullos inmobiliarios en Sotogrande, en la plaza de España, en la Castellana... ¡Qué gracioso todo, «Jose»!

Por cierto, ¿sabe Ábalos lo que van diciendo de él sus excompañeras y excompañeros de partido, los mismos que le echaron de Ferraz y del Grupo Socialista del Congreso? ¡Qué pena que ninguna de ellas (ni ninguno de ellos) se atreva a decirlo en público. Lo que nos íbamos a reír los demás.

Que te echen de un gobierno es normal porque va en el sueldo que te nombren ministro o te borren del Consejo, pero que te expulsen del partido, y del grupo parlamentario... ¡Ay!, ese honor.

Ábalos está investigado por delitos de organización criminal, tráfico de influencias, cohecho, malversación de caudales públicos y, además, tiene las sombras de Delcy Rodríguez, de Jessica, el chalé de Cádiz y de los pisazos en Madrid. A mí, desde luego, no me entraría ninguna gana de reír. ¿Acaso le parece simpático el mote de la «veinte minutos» con el que sus amigotes apodaban a Jessica?

P. D.: De verdad, con la mano en el corazón y en el cerebro: ¿Alguien puede creer que todo el carajal en torno, dentro y sobre aquel Ministerio de Fomento lo montó el tal Koldo? ¿En serio? Y todo mientras su jefe, ministro y número dos del PSOE, no se enteraba de nada. Por favor, «Jose», un poquito de por favor.