bala perdida
Princesa del verano
Hemos vivido veintisiete años sin Diana, y se han avivado tantas novedades que no recordamos novedad alguna
Lujo de la nada
Beyoncé contra Trump
Cada agosto resucita Lady Di, porque le sacan una crónica competente de embustes, o bien porque resulta un tema infalible y de buen retrato. Hasta los hijos se ponen a veces a la labor de completarle la biografía a Lady Di, que cayó contando ... poco o nada. Lady Di murió, en este mes, para quedar más viva que nunca, porque se ha convertido en camiseta pop, y porque naturalmente toca homenajearla cada verano, cuando la familia real inglesa hace algún 'picnic', y ella siempre está, como un recuerdo del futuro. Lady Di tuvo en Londres un funeral 'party', con más de un millón de peatones, bajo el embeleso del paso del cortejo, y luego una copa de amigos enlutecidos, como Steven Spielberg, Nelson Mandela o Margaret Thatcher, más la familia propiamente dicha, con la corbata anudada como un susto. Esa misma corbata aún la llevan, a ratos. Todo aquello tuvo la elegancia de los funerales planetarios, que es una variación de la lentitud, aunque lo dé sin prisas la tele, como fue el caso. Se cumplió un funeral entre el share y la lágrima, con emoción al piano de Elton John. Estamos lejos, y estamos cerca, de aquel acontecimiento, la muerte de una princesa que no se muere nunca, porque era joven, trágica y hermosa. Eso, y que su muerte viene dando para que la resuciten a cada rato cuatro vivos a cuenta de su accidente mortal en París, del que siempre hay pendiente una última novedad de alta fantasía. De manera que toda noticia póstuma, en Lady Di, no es otra que su propia resurrección, que se cumple en verano. Tuvo un funeral que no ha superado en 'share' ni el de Michael Jackson. Hemos vivido veintisiete años sin Diana, y se han avivado tantas novedades que no recordamos novedad alguna. Lo que no obsta para que enseguida se aviven un par de documentales de conjetura, en la tele, bajo el clima de aniversario de agosto y la larga primicia antigua: «Sombras de sospecha sobre la muerte de Lady Di». Esto en Navidades no pasa.
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