bala perdida

Novias para todos

La IA nos propone una chica sin chica, y esto al gentío le parece muy bien

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20/12/2023 a las 19:25h.

La Inteligencia Artificial ya nos está preparando la novia ideal. Se trata de una chavala virtual, obviamente, y la chavala se inventa después de un ramo de exigencias del pretendiente, para que la criatura resulte a nuestro capricho. Los de la Inteligencia Artificial, que ... nunca sé quiénes son, han avivado, sin saberlo, aquello del poeta, a propósito de la muchacha espléndida: «No dudareis de su mágica hermosura, pero sí de su existencia». Quiero decir que uno igual le pide a la IA una Miss Moscú, pero esa Miss Moscú no existe, porque está en internet, que es el todo de la nada. Me consta que hay excitación con el milagro. Y esto sí debiera interesarnos, porque ya vemos que al peatonaje le concierne mucho el amor, que es un apetito de belleza, según el poeta a quien acaso no han leído, y según las condiciones principales que proponen los novios, donde está la estatura, el peso, las medidas, en general, y un vestido negro. A los pretendientes prefiero yo llamarlos clientes, porque para este milagro de la novia virtual hay que pagar. Sin cuota no hay novia. Decía el inolvidable Alvite que el amor es un modo de pagar a medias la lavadora, y ahora vemos que el amor es una suscripción de solitario, para tener un amor que no es amor ni es nada sino el alquiler de una ninfa de pantalla, tan guapita como inhumana. «La soledad me libra de estar solo», arriesgaba Caballero Bonald, mirando un libro. La clientela de estos noviazgos estupefacientes persigue matar la soledad, obviamente, pero entregarle el corazón al ordenador es avalarse en la desgracia de estar solo. La IA nos propone una chica sin chica, y esto al gentío le parece muy bien, con lo que ya estamos en el éxtasis de los vínculos sin trato o tacto, porque se vienen usando las aplicaciones, para la cita de ligue, y ahora se prefiere pagar una aplicación para no encontrarse nunca. Los retratos de las novias ideales ofrecen poca variedad. Altas y guapas. De ajuar neuronal no se habla. Ni en ellas ni tampoco en la impacientada clientela. Aunque puede sospecharse.