bala perdida
Contra Halloween
No es la Feria de Sevilla, o San Isidro, pero todo se andará

Si no fuera por el recreo que mueve en los críos, igual convendría ir proponiendo al Gobierno el día de Halloween como otra probable prohibición de cónclave, entre el diccionario heteropatriarcal y el trajín de las odaliscas. No tenemos sobrantes noches de brujas o brujos, ... de la política al artisteo, y vamos y le pillamos lujuria al folclore de Halloween, como si algo tan nuestro fuera, ahí al lado del cuplé, o la paella.
Yo todo el ropero de Halloween no lo entiendo, y aún menos el entusiasmo por ese momento, pero el auge de esta fiesta nos acredita como una gran potencia internacional en hospedar tradiciones, siempre que la tradición sea ajena, incluya copas, y venga, obviamente, en inglés. Nos va la marcha, y eso no nos lo ha quitado Sánchez, ni la pandemia, ni Putin. Halloween es fecha de difuntos, pero aquí resulta un alegrón.
No es la Feria de Sevilla, o San Isidro, pero todo se andará. Aquí ya tenemos, prácticamente a diario, noches de brujas, si pones la tele, y celebramos el día de los difuntos, tan nuestro, con recogimiento y un ramo de rosas de silencio. Pero nos faltaba Halloween, y tenemos unas prisas locas por celebrar ese día que ya consta de varios días, con ofertas en los escaparates y famosas en instagram, que vive ahora una competición de novias de Frankenstein. Hay más parados, pero sube el bullicio de empleo de brujas y vampiros, que no sirve para nada, pero echas el rato. Sospecho que le hemos cogido un apego a Halloween, porque nos gusta echar horas extra de carnaval, llámese el carnaval como se llame. Gusta Halloween, entre mucho y muchísimo, porque es lo contrario a un lunes, y encima ponen rebajas.
Me provoca tanta pereza la moda de esta fiesta como respeto el goce del peatonaje, que se apunta al desmadre como a la boda de un hermano. Somos la reserva espiritual de darle gusto al cuerpo, en Halloween, como si fuera una nochevieja equivocada en el calendario. En medio de la crisis que pasa, que no pasa, algo es algo. Pero Halloween es un tostón. Que, encima, trae puente.
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