CABEZA FRÍA
Miedito entre los socios de Sánchez
¿A quién más puede implicar Ábalos? Es la gran pregunta que recorre el bloque de investidura ante la idea de que el exministro pactará con el fiscal
Querido PNV: quién te vio con Rajoy, quién te ve con Sánchez
Funcionó todo... menos los políticos
La estrategia de los socios de Pedro Sánchez es clara: el socialista tiene que aguantar en el Gobierno. Es el mejor horizonte para sus intereses. Y ello implica no solo no hacer nada para expulsarle de La Moncloa sino minimizar o ignorar cualquier escándalo que ... pueda hacerle pupa dentro de su partido. Así le preservan en el poder y le cobran el favor.
Pero ¡ay! Aldama ha llegado a un pacto con la Fiscalía y aunque de puertas hacia afuera el argumentario de los socios del presidente es coincidente con el de Moncloa, –es decir, que el comisionista no tiene credibilidad y no ha aportado ninguna prueba–, la intranquilidad hace mella en el bloque. «Cada semana hay una bomba nueva... o dos», comenta a puerta cerrada y con evidente molestia un aliado de Sánchez. Y es que cada vez que «sale una bomba», los periodistas preguntan, la Justicia investiga y a los socios les toca el mal trago de ponerse perfil ante conductas que reprochan con bastante dureza en privado. De momento, mirar para otro lado les sirve, pero en el bloque existe el temor a que las causas judiciales pasen a mayores y esa estrategia no aguante.
¿Qué significa esto? ¿Piensan en una imputación del jefe del Gobierno? No. Todos creen que Sánchez «está limpio». Básicamente porque de lo contrario «ya habría salido algo». Esta es, de hecho, la idea en la que van a centrarse para seguir apoyando al PSOE. Pero sí temen que el juez pueda imputar a miembros del Gobierno o que la causa pueda derivar a cuestiones de financiación del partido. «Si es así, Sánchez tendrá que cortar cabezas o será muy difícil. Las cortará», confían.
Hay dos razones en las que se apoya el miedo de los socios a que los problemas judiciales de los socialistas vayan a más y no a menos. La primera es que, pese al discurso oficial, admiten que cuando Aldama salió de la cárcel es porque «tiene que tener material». Y aquí preocupan no solo sus posibles pruebas contra Santos Cerdán y el jefe de gabinete de María Jesús Montero sino las que puedan aflorar en la trama de hidrocarburos contra Ábalos y otros nombres propios del PSOE ya sea en los territorios o en el propio Gobierno. Los comentarios se centran, sobre todo, en el ministro Ángel Víctor Torres.
La segunda razón, y la más importante, es que José Luis Ábalos lleva diciendo semanas que quiere llegar a un pacto con la Fiscalía porque Moncloa le está triturando. «Va a ser malo para todos y bueno para nadie. Es una locura pero es mi única salida», iba contando el exministro antes de que Aldama pactara. Su postura es lógica porque es muy probable que le caiga una condena ejemplar y pactar con el Fiscal es su única baza para rebajarla. Una vez aquí llegamos a la gran pregunta que inquieta al bloque de investidura y para la que, aún no hay respuesta. ¿A quién más puede implicar José Luis Ábalos? Solo él y Koldo lo saben.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete