Cabeza fría
Los gorrones de la OTAN
Tras la rendición de Trump ante Putin en Ucrania, Sánchez no puede seguir mirando para otro lado. Tiene que invertir lo que debe en la defensa común
El Congreso de los Diputados está en coma
Otro tic antieuropeo de Vox
Mientras la OTAN celebraba su última cumbre en Washington, el ahora consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Mike Waltz, comentó que hay mucho gorrón ('freeloader') en la Alianza. Acto seguido se preguntó cómo era posible que Polonia tuviera la mitad de PIB que ... España pero gastara un 300 por ciento más en defensa. En ese momento, Waltz era un congresista republicano trumpista y no era la primera vez que desde Estados Unidos se utilizaba el término gorrón para referirse a los europeos y su gasto en defensa. Donald Trump utilizó este término varias veces en su primer mandato, pero Barack Obama fue el primero en usarlo en 2011 muy enfadado porque Reino Unido y Francia regatearan recursos para estabilizar Libia tras la intervención de la OTAN y la caída de Muamar al Gadafi. La diferencia fue que Waltz apuntó por primera vez a España. Y con razón.
No se trata de discutir sobre el porcentaje. Se trata de que estamos incumpliendo el Tratado con la Alianza Atlántica. «Las partes, actuando individual y conjuntamente de manera continua y efectiva mediante la aportación de sus propios medios y prestándose asistencia mutua, mantendrán y acrecentarán su capacidad individual y colectiva de resistir a un ataque armado», reza el artículo 3. España muy dudosamente sería capaz de oponerse militarmente con éxito frente a otra potencia por sí misma. Es un hecho que a nuestras Fuerzas Armadas les faltan medios y que muchos de los que tienen están obsoletos. Y al no cumplir con nuestra parte, lo que estamos haciendo es tirar hacia abajo de las capacidades y los esfuerzos de nuestros aliados.
Esta semana, a puerta cerrada, un diplomático de uno de los últimos países que ingresaron en la Alianza compartía su decepción por lo que han encontrado. «La OTAN no tiene las capacidades de seguridad que pensábamos que tenía y por las que decidimos ingresar. En los últimos 30 años no se ha enfocado a responder a una guerra sino a inversiones generales y muchos países ni siquiera cumplen eso. Pero en ese tiempo, Rusia, China, Irán o Corea del Norte sí se han preparado para la guerra», reflexionaba.
Europa parece haber despertado tras la claudicación de Donald Trump ante Vladimir Putin en Ucrania. Pero quien no lo ha hecho es España, que sigue fingiendo que la situación no va con ella. El Gobierno mantiene que no hay razones para llegar al 2 por ciento de inversión en defensa antes de 2029, aunque el tablero ha cambiado. Quizá la UE tenga que buscar la manera de defender a Kiev de una rendición impuesta, y quizá Rusia dé nuevos pasos en su plan de recuperar el territorio de la antigua URSS.
España ya no puede seguir mirando para otro lado ni causando problemas. Pedro Sánchez debe implicarse directamente en la construcción de una defensa común y en cumplir con la OTAN cuanto antes, sin más excusas. Si sus socios no le apoyan, tendrá que llamar a la puerta del PP y rezar porque Alberto Núñez Feijóo le diga que sí. De lo contrario, pasaremos de ser los gorrones de la OTAN a ser los parias de la UE.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete