el batallón
«Me gusta el olor del sanchismo por la mañana»
Necesitan gente operativa en RTVE, que se sepa de pe a pa el 'Manual de Resistencia' para tapar el escorial de escándalos que cerca La Moncloa
El imparable declive
Sin novedad en el cuerpo de guardia
Ahora que nos hemos enterado de que en RTVE van a poner orden la jefa de prensa de Bolaños y la que tenía en su día Zapatero, podemos respirar tranquilos... antes de la asfixia, claro, porque la brigada va a darlo todo por la ... causa, sin tregua hasta que no quede allí una molécula de oxígeno que respirar y que entre todos le den la muerte dulce a la pluralidad que exige cualquier democracia que se tenga por tal. No les valía, al parecer, con colocar a dedo hace unos meses a la militante socialista que quedó la 85 entre los 92 aspirantes –una auténtica lumbrera catódica– en el concurso abierto en el Congreso para presidir el ente. Precisan gente de verdad operativa para vigilar el Muro, que se sepan de pe a pa el Credo Sanchista y el 'Manual de Resistencia', y que los reciten marcialmente, gente fajada en la fanfarria progre, hábil en el cuerpo a cuerpo y en escaramuzas de todo tipo en los pasillos de La Moncloa socialista. El objetivo es que la voz de su amo llegue nítida, gloriosa y benefactora al pueblo, sin interferencias ni intermediarios y sin jenaros que valgan. Gente, en definitiva, tan entregada como Tezanos, el 'abuelo' de la brigada –un veterano como aquellos que alistaban para Vietnam después de cansarse de pegar tiros y dar barrigazos en Corea– que pasó directamente de la dirección de Ferraz a la garita del CIS que Sánchez ha abierto en su fortaleza. Desde allí ametralla cada semana la ciencia demoscópica y al personal que está al otro lado, por tabernario y por facha naturalmente, porque, eso sí, en las encuestas no da una y bate marcas mundiales de falibilidad. Se han visto escopetas de feria con mucha más puntería que José Félix.
No van a dejar ni una colina sin tomar al asalto. La lista de instituciones y organismos públicos (y privados) ocupados es tan larga como conocida. Una vez 'napalmeado' todo el campo de batalla –«me encanta el olor a sanchismo por la mañana», dirá tras inspirar la periodistas del medio millón de euros en TVE– se trata de borrar del mapa a la oposición. El objetivo es hacer creer que simplemente no existe, cancelada por decreto en la pira de la 'cultura woke'. Empezando por el Senado, que quieren convertir en una especie de Cámara fantasma porque no la dominan, y siguiendo por el Banco de España y el resto de la cosa pública. Aferrado al tópico garbancero de que la mejor defensa es un buen ataque, el sanchismo precisa de este movimiento táctico negacionista porque, por un lado, mucho aprietan los jueces del caso Begoña, del caso de los Garcías (tanto Koldo como Álvaro, el fiscal), del caso Ábalos, del caso del hermano músico o del caso Yolanda, la socia preferente errejonada; y, por otro, son los socios del Frankenstein los que le achuchan con su voraz chantaje consentido. Con semejante escorial de escándalos que amenaza La Moncloa, Sánchez ha optado por invisibilizar a quienes se hallan extramuros del alcázar... [«Ya estamos, ves como son todos unos fachas»].
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