el batallón
Cantinfleo contra agallas
Cuarenta y cinco años después retorna el PSOE al marxismo... pero al de Groucho y Chico, al de «la parte contratante de la primera parte...»
El 'Sol de Usera'
Por el arco del triunfo...
«Y lo que dice el acuerdo es lo que dice el acuerdo, no lo que cada uno creamos que dice el acuerdo. Y lo que no dice el acuerdo es lo que no dice»... Maestra del cantinfleo, de esa oratoria [por llamar a aquello ... de alguna manera] consistente en hablar a toda mecha, casi laberínticamente, sin decir absolutamente nada, María Jesús Montero, alias 'Chiqui', confirmó la única certidumbre que halló el consejero de Hacienda de Castilla-La Mancha en lo del concierto: «Nos toman por tontos. El Estado como tal desaparecería y entonces nos convertiríamos en diecisiete Comunidades autónomas, cada una de su padre y de su madre, y las rentas más bajas serían las más perjudicadas y aquellas con los PIB más elevados saldrían beneficiadas».
Eso es hablar claro. Y por eso cantinfleó Montero en la Cámara Alta anteayer, porque no había manera de salir ilesa o medianamente airosa del enredo en el que se ha metido el sanchismo (y en el que va a meter a España) al prometer la secesión fiscal a Cataluña con tal de que Illa fuera 'president' y que así se dejase de hablar de los apuros judiciales de Begoña y el hermano músico y lusofilo. Por mucho 'arriquitaun' y aspavientos que le ponga Marisú, por muchos «Lamborghinis» (antes eran los del puro) que vea Sánchez aparcados al otro lado de su muro, este PSOE ha decidido regresar al marxismo que abandonó en el Congreso Federal de septiembre de 1979. Sí, cuarenta y cinco años después retorna el PSOE al marxismo... pero al de Groucho y Chico, al de la parte contratante de la primera parte es la parte contratante de la primera parte..., a ese PSOE que cantinflea, al del discurso que irrita, al que supera la tolerancia máxima al despropósito de cualquier oído sensato al que llegan todas esas paparruchas, morondangas y sinsentidos, convertidos ya en simple contaminación acústica. No hay aguantadera que resista semejante bombardeo de demagogia, esa apoteosis de la nadería progre que llega disfrazada de ínfulas trascendentes.
Mañana hay Comité Federal en Ferraz y Sánchez ha echado mano en las vísperas del registro testosterónico y machirulo: ha retado a los pocos barones regionales que protestan a un concurso de «agallas», así como suena, a una especie de ¡no hay güevos! de barra de bar. Page (el jefe del consejero 'detecta-tontos'), Lambán y parece que hasta Lobato están citados a ese certamen de redaños para que se atrevan a decirle a la cara lo que dicen en cuanto avistan el espumillón de un micro allá en su tierra. Habrán de hacerlo ante el atemorizante orfeón de aduladores (pelotas a carta cabal, hablando en plata) que pueblan el castillo sanchista, esa guardia de corps de lengua larga (con la oposición) y que se deja las manos aplaudiendo (al líder) por lo que sea. La justa, en fin, es entre los que cantinflean, que son absoluta mayoría, y los que han sido desafiados a mostrar sus agallas. ¿Las tendrán está vez?
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