El precio de Mas

El presidente de la Generalitat catalana no tuvo ayer pudor para expresar, sin rodeos, en qué consiste el chantaje nacionalista. Artur Mas sólo firmará acuerdos estables de legislatura con el partido que, necesitado de apoyos, acepte y garantice su pacto fiscal, singular «implicación en la política española» —en palabras del presidente catalán—de una formación que vuelve a apostar por la debilidad de las mayorías parlamentarias para sacar tajada económica y cuadrar sus cuentas. La fallida venta de los denominados «bonos patrióticos» de la Generalitat ha llevado a Mas a volver la vista a única patria capaz de resolver el déficit regional.

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