Suscríbete
Pásate a Premium

Los silencios de severo ochoa

«En recuerdo de sus elocuentes silencios, escribo esta página cuando se cumplen XXV años de su muerte»

Por Marino Gómez-Santos

Decía ser hombre de pocas palabras y, en cierto modo, lo era. En las muchas horas que permanecíamos solos llegué a pensar que estaba abstraído en un diálogo interior. De pronto, se le escapaba una palabra o varias preguntas en cadena: «¿Por qué me la ... llevó...?» «¿Qué pecado cometí yo para recibir este castigo?» «¡Y el caso de Negrín!... Yo le quería, aunque quizás el no haberme votado para la cátedra fue por darme en la cabeza, cuando fui a trabajar con Jiménez Díaz…».

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación