Enfoque

La ventana tapiada

Elecciones en Cataluña

02/10/2020 a las 23:57h.

Cuando en febrero del año que viene se celebren las próximas elecciones autonómicas en Cataluña, el independentismo llevará 8 años y 4 intentos frustrados de articular una mayoría política dispuesta a pagar el precio de lo que se supone que defiende. En 2012, Mas pidió ... una mayoría absoluta que no sólo no obtuvo sino que se dejó doce escaños por el camino. En 2015, ERC y Convergència se unieron bajo una sola candidatura, perdieron el falso plebiscito que ellos mismos habían planteado y la CUP echó a Mas «a la papelera de la Historia». Las elecciones de 2017, convocadas por el Gobierno en virtud de la aplicación del artículo 155, fueron fruto de la declaración de independencia más triste de todos los tiempos: y en lugar de defenderla, Junqueras se ofreció voluntario para ingresar en prisión y Puigdemont se fugó a Bélgica, en una demostración de talento, valentía y coherencia que no veíamos desde aquel empresario catalán que le puso a su querida una masía en la falda de la montaña de Montserrat y mandó tapiar la ventana del dormitorio, que tenía vistas al santuario, para que La Moreneta no viera lo que llegaba a hacerle a aquella pobre chica. Todo ha sido siempre un poco así en Cataluña. Ahora el independentismo ha cambiado las urnas por los containers y una insólita obsesión por quemar basura. Todo muy útil para que los empresarios del mundo vean las imágenes y decidan invertir aquí. Lo más probable es que las próximas elecciones las gane al fin Esquerra y que Aragonès, que ya es presidente en funciones, se confirme en el cargo. Entre el posibilismo republicano, el cinismo socialista, Podemos que por la paguita hace ya cualquier cosa, y lo que el PDECat ha acabado odiando a quien fuera su amado líder, podría construir una mayoría alternativa: independentista de sentimiento pero moderada -o por lo menos legalista, que ya es mucho- en sus actos. Eso sí, dramáticamente izquierdista, con lo que fue Cataluña. Laura Borràs, que quiere ser la candidata de JpC, ha dicho que si el independentismo obtiene más del 50% de los votos habría que volver a hacer una intentona. En la misma frase acusa a ERC de traidora y de no querer realmente la independencia, lo mismo que al PDECat, de modo que no cuesta demasiado situar el nivel mental de doña Laura. Cataluña está mal y girar a la izquierda nunca es una solución. Pero bueno, puede que por lo menos tapiemos el ventanal para que no vea lo increíblemente burros que somos la Virgen de Montserrat.