Todo irá bien
Ella o Illa
Nunca Cataluña había sido tan provinciana ni había sufrido tan poca autoestima
![Salvador Sostres: Ella o Illa](https://s2.abcstatics.com/media/opinion/2021/01/13/barcelona-senyera-U4091935316320D--1248x698@abc.jpg)
El Barça ha presentado una camiseta con la «senyera» en las franjas granas y ha confirmado que sólo la usará para jugar contra el Madrid. Laura Borràs, candidata de Puigdemont a la presidencia de la Generalitat, está usando «Ella o Illa» de lema electoral, siendo ... la primera vez en la historia de la democracia, por lo menos española, en que uno no cita su nombre sino el de su rival. Nunca Cataluña había sido tan provinciana ni había sufrido tan poca autoestima como para tener que afirmarse de un modo tan patético en los demás.
Para la promoción de la camiseta especial para el Madrid -basta con mencionarlo para sentir una vergüenza infinita- se ha elegido al excapitán Carles Puyol y el lema «Jugamos como somos» para enfatizar «el sentimiento de pertenencia». Si somos lo que jugamos, Puyol tendría que promocionar la camiseta del Barça con la bandera española, ya que dedicó su vida deportiva tanto a su club como a su selección nacional, sin renunciar jamás a ninguno de los dos, por mucho que algunos separatistas se lo pidieran. Celebró los goles del Barça con el mismo entusiasmo que los de España, y contribuyó en igual medida a la gloria de sus dos casas, aunque el trofeo más importante de su carrera, que además no habría sido posible sin su decisiva participación, fue el Mundial de Sudáfrica. Estoy a favor de que cada uno dé la cara por lo que piensa y ama, pero no sólo como recurso estético cuando ya puso las demás partes de su cuerpo.
«Ella o Illa», además de un lamentable juego de palabras, que es el recurso literario más bajo, indica que la candidata tiene tan poca confianza en su proyecto y en su personalidad que recurre a la de su oponente para darse a conocer. Además, subraya el provincianismo extremo del independentismo, y la estafa que para sus propios votantes supone, en tanto que la disputa es meramente autonómica y Borràs no tiene ningún interés -ni ninguna estrategia- por proclamar la independencia y lo único que persigue es derrotar y humillar a sus «compañeros de lucha» de Esquerra, tal como los republicanos quieren hacer con ella. La supuesta confrontación con el Estado, ni está ni se la espera.
Laporta en el Barça e Illa en la Generalitat se presentan con el aval de lo que hace mucho que llevan siendo, encarnando los dos la vieja política, y vendiendo una esperanza basada en lo bien que nos iban las cosas -y es cierto que nos iban estupendamente- antes de que el independentismo sumiera a Cataluña en esta decadencia aldeana de hacer bromas con los apellidos de la gente y de coserle camisetas al contrario. Ambos, de manera muy distinta, pero bajo el mismo paradigma, remiten a un tiempo en que la inteligencia domaba al fanatismo, la prosperidad contenía a los dogmáticos, la voluntad mayoritaria nos alejaba del extremismo y Barcelona y Cataluña funcionaban y nos permitían funcionar como ciudadanos libres, ricos y aseados.
Hasta que como Carles Puyol, empezaron los payeses a hablar de política en lugar de labrar y cantar algo.
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