vivimos como suizos
Dominguín
Sólo por una mujer afrontaba la muerte ante el toro
![Rosa Belmonte: Dominguín](https://s3.abcstatics.com/media/opinion/2021/11/12/dominguin-belmonte-krKI--1200x630@abc.jpg)
Cuanta más gente conozco, más me gustan los Soprano. Hasta los Pantoja. Cuanto más leo a Miguel Bosé, más me gusta Luis Miguel Dominguín. Muy a favor de ese hombre de antes en ‘Aquella España dulce y amarga’, como se titula el libro de Grijalbo ... en el que Paco Rabal y Carmen Sevilla cuentan la España que fue. Miguel Bosé siempre ha sido rematadamente guapo, pero ahora se nos antoja pelín cipote. Desde que apareció aquella noche en el Florida Park en el programa de Íñigo fue el mejor. El más guapo, el más refinado, don Diablo, aunque no fuera el de mejor voz (ese era Camilo Sesto). Miguel era otra cosa. El hijo de Dominguín y Lucía Bosé. Nada que ver con Pedro Marín, Iván y otros cantantes de la época que no se relacionaban con Visconti o Picasso. Pero ahora, vacunafobia y pago por hijos aparte, llama bambi a un gabato. Nada tengo que decir yo de la relación entre un padre y un hijo que sólo conozco por lo leído. Miguel es dueño de sus recuerdos. Pero por lo que he leído (sobre todo a Carlos Abella y Andrés Amorós), tengo a Dominguín por uno de los hombres, torero o no, más importantes del siglo XX en España.
Como torero tenía diez mandamientos: «1º Amar a su profesión sobre todas las cosas; 2º No jugar con ella; 3º Engrandecerla; 4º Honrarla; 5º Saber matar; 6º Repetir taurinamente el mismo número de los mandamientos de la Ley de Dios; 7º Llevarse uno lo que se pueda; 8º No dar chicuelinas ni manoletinas porque es la mentira del toreo; 9º No encontrar siempre buenos los toros de los compañeros; 10º No copiar la personalidad de los demás». Y, añadía: «Pero estos preceptos se resumen en dos: arrimarse al toro y ser franco con uno mismo». En cuanto al hombre, negaba ser un playboy, sostenía que siempre estuvo buscando a la mujer de su vida. Y lo mejor (se lo dijo a Carlos Abella): «Fíjate si han tenido importancia las mujeres en mi vida que me he puesto delante del toro… porque en los tendidos hay mujeres. Si no hubiera mujeres ni de coña me hubiera jugado la vida. Únicamente por una mujer se afronta la muerte». ¿Quién puede superar eso?
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