Suscríbete a
ABC Premium

Horizonte

Acaban con el honor de cualquiera

La pena de telediario sigue imponiéndose sin consecuencias para quienes procesan a los que resultan no ser culpables

Ramón Pérez-Maura

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Confieso que Rodrigo Rato siempre me ha parecido un tipo prepotente e insoportable. A pesar de haber mantenido cierto grado de parentesco con él, he tenido que presentarme con nombre y dos apellidos cada una de la media docena de veces que le he saludado. ... Pero en esta hora me desborda la indignación por ver cómo también con él la injusticia ha destrozado una vida. Se le han incoado en la última década tres causas. Una sobre su patrimonio en la que hace ya cinco años que se inició la instrucción y no hay cargos concretos. Otra sobre la salida a bolsa de Bankia en la que ayer fue declarado inocente. Y otra por las tarjetas de crédito con las que la Caja pagaba en especie y por la que está penando cárcel. Por cierto, dadas las cantidades de las que se trata, la menos relevante de las causas. Pero su vida está ya destruida y a él no se le concede el tercer grado que sí se otorga a asesinos convictos y confesos.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación