Suscribete a
ABC Premium

Una raya en el agua

Orejas

La distopía de los gigantes tecnológicos ha convertido la intimidad en una mercancía y la libertad en un trampantojo

Ignacio Camacho

Esta funcionalidad es sólo para registrados

A Carlos Herrera le encantan los cachivaches electrónicos, los gadgets. Tiene hasta un dron para planos aéreos y una curiosa especie de tableta para hacer de dj casero a base de efectos especiales. El otro día, en la fiesta con que celebró a la vez ... su cumpleaños y el éxito de una temporada de radio rutilante, andaba por el concurrido jardín de su casa sanluqueña -atardeceres de postal frente a Doñana- con uno de esos altavoces portátiles que ahora se sabe que no sólo atienden las órdenes de su dueño sino que funcionan como orejas digitales a través de las que los gigantes tecnológicos han organizado un sofisticado sistema de espionaje. Escuchan lo que le dices al aparato y de paso las conversaciones circundantes, de modo que en realidad estás retransmitiendo en directo tu vida íntima, lanzándola al aire. Lo que pudieran grabar en el Herrera party, atestado de periodistas y demás gente de mal vivir, es fácilmente imaginable: no dejamos sin despellejar a ningún personaje relevante.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación