Con permiso
Hasta el pitido final
Calviño es la favorita, pero Irlanda no tirará la toalla, quieren más Europa que Brexit

Hasta que el árbitro pita el final de un partido todo puede ocurrir. Con prórrogas incluidas, claro. Hasta que se ve al árbitro marcar el camino definitivo a los vestuarios con el brazo y se escuchan los tres pitidos breves finales hay que luchar por ... el partido. Solo entonces se puede celebrar la victoria. Mientras tanto, además, hay que seguir luchando para conseguir ese final de éxito. Nada de relajarse, que los disgustos están al acecho «a la que te descuides» y te meten el gol que te deja fuera de juego. No en vano, hace cinco años teníamos todo a favor, y nos colaron «la pelota» por toda la escuadra y en el último minuto, por no decir segundo.
Porque también teníamos entonces al jugador perfecto para llevarnos el partido, y ¡zasca! Perdimos. Porque Luis de Guindos, hoy vicepresidente del Banco Central Europeo, y entonces ministro de Economía del Gobierno Rajoy, era el candidato idóneo para presidir el Eurogrupo, con experiencia demostrada, con -parecía- los apoyos necesarios de socios empáticos con el español y, sobre todo, con el «sí» del país que más votos a priori e hipotéticamente dirige, Alemania. Y a más, De Guindos contaba con el prestigio reconocido de la mayoría de sus homólogos europeos por haber demostrado amplia solvencia en la gestión de la anterior gran crisis económica, hoy empequeñecida por la que parece que se nos avecina. Pero... ¡oh, sorpresa!, en el momento más electrizante de la partida, se oyó un «órdago a la grande», y otro de los jugadores ganó la partida. El holandés Jeroen Dijsselbloem.
Hoy, la historia se repite. Porque la vicepresidenta económica española, Nadia Calviño, cuenta a priori con muchas papeletas para llevarse el gato al agua y conseguir esa presidencia ampliamente añorada por nuestro país. A priori, y a día de hoy, hasta por goleada. Pero... en toda votación «secreta», las papeletas llevan nombres quizás no coincidentes con lo que uno esperaba o le habían prometido. En cualquier caso, sería un paso más en el camino por volver a tener más españoles al frente de instituciones internacionales que den prestigio al país. Y seriedad. Porque con la anterior crisis perdimos ese reconocimiento, si bien poco a poco lo hemos ido recuperando... hasta hoy, que veremos cuánto de rápido podemos volver a dar pasos de cangrejo por obra y gracia de algunos que reman más en contra que a favor. Y en Europa lo saben. Para contrarrestar, quieren a Calviño.
Hoy Centeno dará el pistoletazo de salida. Anuncia su marcha oficial y la vicepresidenta tiene todo a favor para ser su digna sucesora. Aunque no banalicemos a posibles adversarios. Suenan otros con posibilidades, entre los que destaca el irlandés Paschal Donohoe. E Irlanda tiene toda la intención de echar el resto, anhelan acercar el país más a Europa que al Brexit. Y no darán por perdido el partido hasta el pitido final. Así que, a seguir defendiendo y ojo avizor.
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