Hazte premium Hazte premium

El ángulo oscuro

2050

El progresismo, a la postre, no es otra cosa sino una expresión devaluada del Espíritu del Mundo hegeliano

Juan Manuel de Prada

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Cuentan que, cada vez que algún colaborador llegaba diciéndole: «Yo haré esto de aquí a quince días, o de aquí a ocho días», san Ignacio de Loyola se mostraba perplejo y decía: «¡Cómo! ¿Y tanto pensáis vivir?». Esto ocurría porque san Ignacio concebía la vida ... con un viaje que tenía un fin (un término, pero también una finalidad, una razón de ser), conformándose con realizarlo cada día; pero el progresista no concibe la vida como un viaje con un fin, sino como un viaje sin fin o un peregrinaje sin meta, delirio que le exige estar progresando siempre (hacia un horizonte imaginario o hacia un abismo cierto). Esta grave tara o enfermedad del alma ha consagrado una política prometeica, pura ‘poiesis’ o arte de construir quimeras e ingenierías sociales (cada vez más aberrantes y siniestras, a medida que el progresismo se afianza), en rebelión contra la política aristotélica clásica.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación