Ingreso máximo vital

Sin siquiera licenciatura, la mujer de Pedro Sánchez debuta en la Complutense como codirectora de una cátedra extraordinaria

04/11/2020
Actualizado a las 04:17h.

Al pueblo de Estados Unidos le debemos la popularización del mecenazgo de mesa y mantel. A cambio de unos cuantos miles de dólares y por una causa justa, cualquiera tiene allí la oportunidad de cenar con una actriz de Hollywood, un jugador de la NBA ... o una primera dama, plato fuerte de un menú en el que las vanidades no tienen precio. A la esposa del presidente del Gobierno le acaban de poner en la Complutense al frente de una cátedra extraordinaria de Transformación Social Competitiva. Por 6.000 euros, la matrícula permite al alumno compartir pupitre con Begoña Gómez y entrar en contacto con la mitología del enchufe y de los ingresos máximos vitales, que en la España de la peste y la ruina es una cosa que ni siquiera se atreven a poner en la tele, un mundo aparte cuya lejanía y exclusividad elevan su categoría hasta la de los intocables por los que merece la pena pagar. Como antes hicieron sus predecesores, Sánchez proyecta a través de su esposa su particular concepción de la vida pública. Si la mujer de Zapatero cantaba en un coro y la de Rajoy se dedicaba a las faenas domésticas, a la de Sánchez le han puesto una cátedra para que -sin título que la habilite, carencia académica que multiplica sus méritos para esta misión- explique a empresarios y parados en qué consiste y cómo se logra la transformación social competitiva de la que ya se benefician, como voluntarios de un magno ensayo laboral, la familia y los amigos del presidente.