El contrapunto
Sánchez no paga la luz ni reposta el Falcon
El presidente vive al margen de sus gobernados, encerrado en una burbuja megalómana alimentada por Tezanos
![Isabel San Sebastián: Sánchez no paga la luz ni reposta el Falcon](https://s3.abcstatics.com/media/opinion/2022/03/19/imggggg-U30894529206veF--1200x630@abc.png)
Hace mucho que el presidente no paga un recibo de luz o de gas. Tampoco llena el tanque del coche oficial ni el depósito del Falcon. Él vive calentito en la Moncloa, donde el servicio se encarga de los electrodomésticos, y va de un sitio ... a otro de la forma más rápida y cómoda, ajeno al coste que generan esos lujos. Lujos, sí. Porque en España hay cada vez más personas condenadas a prescindir de la calefacción, el lavaplatos o el vehículo particular, por la sencilla razón de que ya no pueden permitírselos. Ciudadanos de clase media, autónomos, trabajadores normales y corrientes abrumados por la escalada que han protagonizado los precios en los últimos meses, sin la menor variación de sus retribuciones o en muchos casos habiendo visto mermados sus ingresos como consecuencia del Covid aliado al peor gobierno que se recuerda desde la Transición.
A casa de Sánchez no llegan extractos bancarios con cuentas en números rojos, notificaciones de embargo, facturas pendientes o amenazas de desahucio. Él recibe informes cuya finalidad es permitirle justificar lo injustificable. Argumentarios surrealistas que ya no convencen a nadie. Solo así se explica que la línea defensiva de sus ministros pase por achacar al pernicioso influjo de la extrema derecha las protestas generalizadas de transportistas, agricultores, ganaderos, pescadores y demás sectores asfixiados, lanzados a la calle en un último y desesperado intento de no sucumbir a esta hecatombe. «Cómplices de Putin», oí decir ayer a la titular de Hacienda, María Jesús Montero, quien en lugar de plantear un recorte fiscal semejante a los que ya han puesto en marcha la mayoría de nuestros vecinos, insulta nuestra inteligencia culpando a los huelguistas de hacer el juego al dictador ruso. ¿Se puede caer más bajo? Se puede y se caerá.
Para Sánchez el gasoil, la gasolina, la electricidad o el gas son magnitudes virtuales, ausentes de su día a día. Si los viera con los ojos de cualquier español de a pie, de esa ‘gente’ a la que él y sus socios podemitas venían a redimir, no se habría marchado de gira por Europa en busca de apoyos para un plan de futuro todavía por concretar, aplazando hasta fin de mes las rebajas que son perentorias par salvar de la quiebra a quienes tienen el agua al cuello aquí y ahora. Porque una palabra suya bastaría para reducir los impuestos abusivos que gravan esos bienes de primera necesidad, hasta el punto de suponer la mitad del precio de un depósito.
Sánchez se ha exiliado de la realidad. Vive al margen de sus gobernados, encerrado en un burbuja megalómana alimentada por las encuestas de su amigo Tezanos… hasta que el tsunami de indignación generado por sus políticas tenga ocasión de manifestarse en las urnas.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete