Visto y no visto
La Casa Grande
Para pastelear jueces se necesita un obrador, no una casa. Luego, para firmar, siempre está el truco de Cebrián cuando firmó el contrato de jefe de propaganda de Franco
Que la derecha socialdemócrata española venda el edificio del partido no es ningún disparate. Para pastelear jueces como quien sexa pollos o cata melones se necesita un obrador, no una casa. Luego, para firmar el pastel, siempre está el truco de Cebrián cuando firmó el ...
Artículo solo para suscriptores
Si ya estás suscrito, inicia sesión
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete