Columnas sin fuste
Enfermera Ratched
De los suicidios no se han preocupado mucho
![Hughes .: Enfermera Ratched](https://s3.abcstatics.com/media/opinion/2021/03/20/hugeessss-U30894529206mnF--1200x630@abc.png)
Los Harlem Globetrotters eran un equipo de baloncesto de exhibición que jugaba contra un mismo rival al que ganaba siempre. Los otros eran los Washington Generals, iban de serios y reglamentarios, y perdían siempre porque su función era esa: perder.
Los Washinton Generals de la ... política son el PP, y los Globetrotters son los de la izquierda, que van por el Congreso haciendo rodar la pelota sobre el dedo índice.
Así Errejón, que esta semana sacó el violín para hablar de salud mental. Lo hace después de un encierro enloquecedor prolongado por la coalición gubernamental, y después de haber ignorado durante años las dramáticas y poco patriarcales cifras del suicidio masculino.
Con esos antecedentes llega Errejón, compasivo y psicopaladín, ignorando quizás que hay evidencia (Kirkegaard, 2020) sobre la relación entre izquierda política y enfermedad mental, un resultado al que se podía llegar intuitivamente pensando en el efecto que puede tener sobre la psique debilitar sucesivamente a Dios, la familia y el trabajo.
Pero como son los Globetrotters y prima ‘el más difícil todavía’, Errejón eligió para hablar de suicidios la semana en la que aprueban la ley de Eutanasia, y el torpe «¡Vete al médico!» pepero recibió más atención que la propia ley, cuyo debate social cedía al colapso del partido ilustrado liberal, que nos deja instalados en la vanguardia moral del mundo.
La virtud ya no depende de lo que uno haga, sino de lo que diga de ‘la víctimas’, donde víctima, llegado el momento, puede ser el enfermo.
El Estado ayuda a no nacer y ayudará a morir, y entre medias se preocupará de nuestra infelicidad, debidamente patologizada, quizás con un futuro derecho a no ser infeliz, que no sería lo mismo que el derecho a procurarse la felicidad de Jefferson, y que convertiría al Estado en la enfermera Ratched de ‘Alguien voló sobre el nido del cuco’.
De los suicidados no se han preocupado mucho porque, al fin y al cabo, no votan. Pero con los cuitados, que son legión, pueden ingeniarse otro móvil perpetuo: ellos los fabrican, ellos los asisten.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete