El recuadro

Las hordas

Toda esta semana, cada noche las hordas me han invadido la salita

20/10/2019 a las 01:00h.

Es que no han faltado ni una noche, en cuanto oscurecía. Yo había escuchado hablar mucho, y leído más, sobre las hordas. Las que tanto padeció España a lo largo de su Historia, las que quemaron templos, asesinaron inocentes, destruyeron obras de arte. Las incontenibles ... hordas de España, de violencia desatada, «vandálicas», que dice Sánchez. Pero nunca había visto en directo a las hordas sueltas, a su ser y a sus anchas, desbocadas, borrachas de violencia y odio. Y bien que me he desquitado esta semana. Desde el lunes, me he hartado de ver hordas por la televisión. Toda esta semana, no sé si Trágica, no sé si Tragicómica, cada noche las hordas me han invadido la salita. Como en un chiste de Forges, desde La 1, La Sexta o Cuatro, me las han presentado:

-Aquí las hordas, aquí un señor que no comprende cómo el Gobierno ha consentido esto, en vez de aplicar la ley.

Horas y horas nos hemos tragado todos, en directo, de apedreamientos de la Policía Nacional y de los Mozos de Escuadra, quema de contenedores, barricadas ardientes. ¿Actuaron así las hordas del Mayo del 68 francés? Aquí también han arrancado adoquines para tirarlos a la Policía, y han comprobado que debajo no estaba la playa, sino una nación preocupada por la dejación de poder, por la cobardía (sí, he dicho «cobardía», ¿passssa algo?) del presidente en funciones del Gobierno. Pero en Mayo del 68 no fue televisada en directo la acción de las hordas. Entonces a nadie se le llenó de hordas la salita. Hordas encapuchadas, embozadas, quemando cada noche medio millón de euros en contenedores, yo creo que es algo. Y en la capital de una autonomía cuyo presidente no se ha dignado condenar tanta violencia y destrucción de las hordas.

Como a esa hora se va a cenar a un restaurante de moda en Chueca, el ministro del Interior en funciones no siguió quizá esta triste serie televisiva de las hordas cada noche, que ha durado toda la semana, trágico Netflix. Por eso dijo que «se puede visitar Barcelona con toda normalidad». ¿Será que acaso ahora forma parte de los atractivos turísticos de Barcelona esto de las hordas incontroladas y nunca reprimidas con la contundencia que desean todos los españoles de bien, y por eso Grande-Marlaska invita a visitarla? ¿Será por eso que cerraron la Sagrada Familia, porque los turistas tienen mayor interés en contemplar la acción de las hordas que se nos metieron a todos en la salita que la obra magna de Gaudí?

¿Y dónde me dejan lo de Torra? Tiene que pertenecer al club de fans de Rocío Jurado. En pleno fregado de las hordas anunció que va a convocar en esta misma legislatura un referéndum ilegal, otro, como el de la sentencia del Supremo, qué tío más pesado. Ya digo, Rocío Jurado puro: Torra ha vuelto a poner el problemazo de la unidad de España «en el punto de partida». Y si no fuera todo tan triste, era para hartarse de reír que el mismo Torra que dio orden de «apretar» a las hordas es quien tiene el mando de los Mozos de Escuadra que deben contenerlas y nos las traen cada noche a la salita, como un derbi, como la retransmisión en directo de una llegada de la Vuelta a España, que es lo que quieren darle: la vuelta a España y a la tortilla de la Constitución. Y el presidente del Gobierno, mientras, de perfil, moneda de sí mismo, abandonando a toda una región de España a la voluntad de sus hordas, entrenadas y aleccionadas para que podamos ahora hacer, como me honro en escribir, el elogio siempre insuficiente de esta Policía Nacional que tenemos y que es la única que, entre las turbas, jugándose la vida, ha defendido la Constitución en un trozo de España donde Sánchez no quiere meter mano ni aplicar la ley, porque están ahí mismo ya las elecciones que tanto le ilusionan.