Vidas ejemplares
Ducha helada
Sánchez podría ir enterándose de que el enemigo es el separatismo
![Ducha helada](https://s1.abcstatics.com/media/opinion/2019/10/22/1419654074-kUK--1200x630@abc.jpg)
El presidente progresista del diálogo para todas y todos, aquel que hace diez meses secreteaba en Pedralbes con su por entonces socio Torra, viajó ayer a Barcelona. En su visita relámpago y sin periodistas fue abucheado por doquier por hooligans separatistas. El Gobierno ha venido ... enfatizando que en Cataluña solo hay «un problema de orden público». Pero debe ser agudo, porque cuando ayer visitó a los policías heridos que convalecen en dos hospitales de Barcelona, Sánchez se vio acosado en ambas clínicas por manifestantes separatistas, incluidos sanitarios con bata blanca que llegaron a increparlo agresivamente (lo que invita a preguntarse si son el personal adecuado para cuidar a policías nacionales agredidos por la turba independentista). En uno de los hospitales, Sánchez entró por el garaje de Urgencias y emparedado entre vehículos de escolta. En el otro se hizo necesario solicitar cuatro furgonetas patrulla de refuerzo, a pesar de que ya había un cordón de mossos. En el asiento trasero de la berlina del presidente, un escolta empuñaba un subfusil, lo que da idea de lo tranquila que está la Cataluña de Torra.
No estamos solo ante un problema de orden público, como salmodia el Gobierno para camuflar su incompetencia e imprevisión. Estamos ante un brote de violencia agitado por políticos, azuzado desde la mismísima presidencia de la Generalitat (y probablemente financiado en parte por los impuestos de todos los españoles). Revelador: el domingo los mandatarios del Gobierno independentista recomendaron rebajar la violencia y de inmediato cayó en picado, algo que no sucedería de tratarse de anarquistas foráneos y grupos radicales descontrolados, como nos vende Marlaska desde sus Mundos de Yupi.
Debido al excelso concepto que tiene de sí mismo, Sánchez fantaseó con cabalgar a lomos del tigre. Calculó que su acendrado progresismo y su telegenia bastarían para alcanzar consensos con los dirigentes xenófobos. No tomó nota del clamoroso fiasco de Soraya, que solo cinco meses antes del golpe de octubre de 2017 patinó en una ridícula Operación Diálogo con Junqueras, para más señas el cerebro de la sedición. No cabe diálogo con quien pone como condición sine qua non que aceptes con una sonrisa la mutilación de España. No hay nada de qué hablar con personas tan fanatizadas que se abalanzan sobre el presidente de España y lo insultan hasta estando de servicio en un hospital.
Esperemos que los lamentables abucheos de ayer dejen una lección en el ánimo de Sánchez: sus enemigos son Torra y las formaciones separatistas (¡con las que el PSC todavía cogobierna importantes instituciones!). Los líderes de los partidos constitucionalistas son sus rivales electorales, pero nunca el enemigo. Ayer todavía no lo había entendido. El domingo por la tarde, la Delegación del Gobierno dio luz verde a la petición de Casado de visitar la Jefatura de Policía de Barcelona, donde se resistió heroicamente ante una situación de sitio. Pero ayer el candidato del PP se encontró con la prohibición expresa del Gobierno de Sánchez de rendir esa visita. El PSOE arrastra una empanada histórica en sus filias y fobias.
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