Villarejo desinfla en el Congreso la teoría de la conspiración sobre los atentados de Cataluña que él mismo alentó

Según dice ahora, se debió a una «imprudencia o negligencia» más que a un «deseo». Y lo achaca a que el CNI no avisó a los Mossos d'Esquadra y a que no se tuvieron en cuenta unas notas de inteligencia que, asegura, él mismo elaboró dos años antes advirtiendo del peligro.

En 2022 Villarejo vinculó al CNI con los atentados y acusó al entonces director del CNI, Félix Sanz Roldán, de «calcular mal las consecuencias por darle un pequeño susto a Cataluña«, en pleno proceso independentista.

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Pablo Muñoz

Y si bien este miércoles, en la comisión de investigación que se está llevando a cabo en la Cámara Baja, ha mantenido sus afirmaciones, después, a preguntas de los diputados ha aclarado que -en su opinión-, no hubo dolo ni intención. «No se pudo evitar, por una cadena de errores cometidos», ha sostenido.

Entre ellos, ha explicado, el caso omiso que se hizo a las tres «notas de inteligencia« que elaboró en junio de 2015 y donde, según él, plasmó las informaciones que le había trasladado un confidente marroquí que «ya ha fallecido».

Esas notas apuntan a «un señor que había estado en Bélgica y que periódicamente colabora con el CNI». Eso sí, aunque entonces no sabía su nombre, asegura que se trataba de Abdelbaki Es Satty, imán de Ripoll y cerebro de los ataques, que falleció en la explosión de chalet de Alcanar (Tarragona) un día antes de los atentados. Según Villarejo, el mismo era colaborador del CNI.

La versión del comisario jubilado se contradice con lo declarado hace una semana en la misma comisión de investigación por Sanz Roldán, con quien Villarejo mantiene una enemistad manifiesta. El exdirector del CNI desmintió en su comparecencia que el imán de Ripoll y cerebro de los atentados yihadistas de Cataluña fuera confidente de los servicios de inteligencia.

Sí admitió, no obstante, que agentes del centro acudieron a la prisión de Castellón para entrevistarse con él, pero en el marco de las averiguaciones que se hacían para saber si él era un agente de radicalización dentro de las prisiones o bien había sufrido él mismo un proceso de esa naturaleza.