Arquitectos y entidades de defensa del patrimonio presentan un recurso de alzada para forzar que la fábrica de Clesa sea BIC
El Colegio Oficial de Arquitectos solicita a la Consejería de Cultura reconsiderar su negativa a darle esa protección
![Interior de la antigua fábrica de Clesa](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/noticias/2023/02/09/clesa-2-RVa12oYSWNusUPz9mX8rVmI-1200x840@abc.jpg)
La antigua fábrica de Clesa, en Fuencarral-El Pardo, una joya de la arquitectura industrial del siglo XX diseñada por Alejandro de la Sota, no consigue la protección de Bien de Interés Cultural (BIC) que otorga la Comunidad de Madrid. Tras muchos años de lucha, que evitaron su demolición 'in extremis' en 2015, ahora se enfrenta a un proyecto constructivo que según arquitectos y entidades de conservación del patrimonio la desvirtúa completamente. Por eso, estas entidades, reunidas en la Plataforma Liebre por Gato, han presentado ante la Consejería de Cultura un recurso de alzada para que reconsidere su postura y declare BIC la edificación.
Cuentan con el apoyo del Colegio Oficial de Arquitectos, que el miércoles emitía un comunicado en el que definía los valores de la fábrica como «excepcionales y paradigmáticos de la arquitectura industrial española de su época», y solicitaba a la Consejería de Cultura que reconsiderara su decisión y declarara BIC el inmueble.
Juan Manuel Hernández León, arquitecto y alumno en su día de De la Sota, no descartaba que una vez agotada la vía administrativa, se pudiera llegar a la judicial: «La palabra 'expolio' ronda, y puede haber una reclamación vía judicial o del Gobierno central», como ocurrió ya antes, recuerda, en casos como el barrio valenciano de El Cabañal o el Teatro Albéniz en Madrid.
El proyecto que ahora existe para este espacio, que salió del concurso Reinventing Cities –auspiciado por C40, la red de ciudades en lucha contra el cambio climático– no convence a los responsables de la Plataforma ni a los de la Fundación Alejandro de la Sota: creen que se valoraron más aspectos de sostenibilidad que los puramente arquitectónicos.
Amparo Berlinches, de la entidad Madrid, Ciudadanía y Patrimonio, lamentaba la escasez de elementos de arquitectura industrial conservados y protegidos en Madrid. Una pelea que ya iniciara en 2005 el actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, entonces concejal socialista de Madrid en la oposición. Muchos años han pasado, y la fábrica de Clesa sólo ha conseguido la protección parcial –en grado 3– del Ayuntamiento de Madrid.
Ni una máquina
Según alegan desde la Consejería de Cultura madrileña, que dirige Marta Rivera de la Cruz, los técnicos de la Dirección General de Patrimonio Cultural visitaron el lugar el 5 de octubre, y tras ello consultaron los antecedentes y documentación, dos tesis doctorales sobre el mismo y fotos históricas para valorar el estado de conservación.
Sus conclusiones fueron que no merecía ser declarado BIC porque ha perdido elementos originales, o han sido alterados, contiene elementos como amianto en la cubierta, que habría que sustituir y no conserva ningún elemento de maquinaria original de la fábrica. Sobre el recurso de alzada aún no se pronuncian.
Pero las razones no convencen a Juan Ignacio Mera, director de la Escuela de Arquitectura de Toledo. «Si no puede ser BIC porque se han llevado unas piezas, entonces el Partenón tampoco», ironiza. Enrique Villalobos, presidente de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos, teme la pérdida para el barrio y el posible empeoramiento de la movilidad en la zona. Quiere una ciudad «donde poder vivir, compatible con la actividad económica pero no supeditada a ella».
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Ramón Andrada, presidente de la comisión de Patrimonio del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM) recordaba ayer que esta entidad ya solicitó en 2014 la declaración BIC para la fábrica de Clesa. Para el periodista Andrés Rubio, autor del libro 'España fea. El caos urbano, el mayor fracaso de la democracia', el asunto merecería la intervención «de urgencia» del Ministerio de Cultura. Y recordó que en Francia, presidentes de Gobierno como Giscard d'Estaing o François Mitterand se han involucrado en batallas por la defensa del patrimonio. De momento, la plataforma ha solicitado reunirse con la consejera de Cultura. Con el ministro ahora aún les parece prematuro. Todo se andará.
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