Hazte premium Hazte premium

la dorada tribu

Ernesto de Hannover, el príncipe airado

Iba mucho con Carolina a Extremadura, y luego, él solo, ha cumplido de inquilino contento de Ibiza, donde en las épocas últimas militaba en la contemplación

Aquella cabina en la Gran Vía

Cayetano, apolo de Armani, dandi de montera

Hannover, en una de sus visitas a Madrid GTRES
Ángel Antonio Herrera

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Ernesto de Hannover es un archifamoso en las hemerotecas de la aristocracia y en los archivos de las trifulcas diversas. Vivía más bien desaparecido, pero ha montado un altercado muy ameno en un restaurante de Madrid. La cosa se oreó en redes. Iba con ... él su novia, Claudia Stilonopolus, hija de la inolvidable Pitita Ridruejo, que ha reconocido que hubo un número incómodo, pero que se trata de un arrebato pasajero, porque Ernesto tiene problemas con el índice de azúcar. Pues vale. La noticia, más allá de todo esto, es que Ernesto sigue en activo. Se llama Ernesto Augusto Pablo Otto Ruppercht Oskar Berthold Fiedrich-Ferdinan Christian Ludwid Hannover. O sea, que será cualquier cosa, menos un cualquiera. Salió millonario en títulos de nobleza. Abreviando, es el príncipe Ernesto de Hannover. Enrama, en las lejanías, con nuestra Familia Real, zona Reina Sofía. Es un cruce de alcurnia y cabreo. Ha sido a ratos el marido ausente de Carolina de Mónaco. A ratos. Cuando en Madrid se casaban Don Felipe y Doña Letizia, bajo aquel diluvio, prefirió quedarse a dormitar nuestro hombre en el Hotel Ritz la resaca de la noche anterior. A Ernesto es que a veces se le complicaban mucho los horarios.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación