Alfonso Bullón de Mendoza: «Me parecen estupendas las becas de Ayuso. No entiendo por qué cuántos más impuestos pagas menos derechos tienes»
El historiador y catedrático de la Universidad CEU San Pablo acaba de renovar su cargo como presidente de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP)

El amor de Alfonso Bullón de Mendoza por la historia de España no se limita a un título colgado en la pared. A este doctor en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y catedrático de la Universidad CEU San Pablo la pasión ... por el pasado de nuestro país le sale de los poros, y lo saca a relucir en cualquier conversación. Incluso cuando habla de otras cosas, como de las impresionantes vistas de Madrid que tiene la biblioteca del colegio mayor San Pablo, en la calle Isaac Peral de Madrid y desde donde se ven varias facultades de la Universidad CEU San Pablo, obra de la Acción Católica de Propagandistas (ACdP). «Durruti murió en la Avenida del Valle, a la altura de nuestra facultad de Derecho, que está en el número 21. Se le disparó su naranjero, que era el nombre que se daba a su modelo de fusil ametrallador», relata el historiador sobre el final del anarquista, intentando despejar las dudas sobre su muerte gracias a una tesis que hizo un alumno suyo.
Mientras el fotógrafo repara en que por primera vez no lleva barba, Bullón de Mendoza nos conduce a su despacho de presidente de la ACdP, cargo que acaba de renovar. La ACdP ha hecho de la educación su buque insignia y hoy tienen nada menos que tres universidades, 25 centros entre colegios, institutos de investigación, etc., y un sinfín de campañas con las que intentan hacer una sociedad mejor y transmitir los valores del humanismo cristiano.
Entre ellas, Haciéndote Preguntas, un proyecto realizado con ABC basado en una serie de entrevistas a personajes conocidos y no tanto que arrojan luz sobre infinidad de temas que preocupan a la sociedad (discapacidad, terrorismo, suicidio, acoso escolar o el valor de la familia...). La segunda temporada ha finalizado con más de 6 millones de visualizaciones, casi un 90 por ciento más que la primera.
-Acaba de renovar el cargo, ¿qué supone para usted y cuáles son los objetivos que tiene por delante?
-Supone la satisfacción de ver que la labor realizada durante estos cuatro años ha sido del agrado de los propagandistas; ha habido un apoyo mayoritario en la elección sin que hubiera otro candidato, lo que hace 20 años que no ocurría en la casa. Por otro lado, la línea es avanzar en lo que ya hemos hecho; en el campo de nuestras obras educativas queremos avanzar en la excelencia académica y acabar en la línea de identidad, es decir, nuestros centros hacen una propuesta educativa basada en el humanismo cristiano que lo que pretende no solo es crear buenos profesionales sino también buenas personas. Además, en el campo de la vida pública, seguiremos con algo muy propio de la ACdP que incluye toda la política en el campo de los medios, con la creación de un periódico con el Debate, o las campañas que hemos hecho en la propia ACdP en Navidad, Semana Santa, el día de la madre, etc….
-¿Debe una institución crear buenas personas? ¿No tiene que venir de casa?
-Es un deseo, tratamos de contribuir a la formación. Realmente donde se forma una persona es en el seno de su familia. Pero cuando van a un centro educativo, los padres lo que quieren es que ayudemos a que sus hijos sigan siendo tan buenos como eran cuando los enviamos o que se los devolvamos mejor, no que los empeoremos.
-¿Y los padres están contentos con los resultados?
-Sí. Hemos hecho unas encuestas de satisfacción y los resultados son espectaculares. Es muy gratificante verlos. Según un análisis de reputación de marca hecho este año, padres y alumnos presentan altos índices en recomendación o cumplimiento de expectativas.
-El CEU es una referencia a nivel universitario. ¿Cuál es el secreto?
-Es una conjunción de elementos. Aunque las universidades del CEU sean relativamente modernas porque la ley que permite que se creen campus de iniciativa social en España es del año 83, los colegios universitarios existen desde 20 años antes, tienen ya una experiencia y eso se nota. Así, tenemos la ventaja que da la experiencia y por otro lado, nuestras universidades no tienen ánimo de lucro, no somos una empresa que tiene que repartir dividendos sino que hacemos una universidad para hacerla bien, para que nuestros alumnos estén preparados para desarrollarse en la sociedad con que se van a encontrar; potenciamos la investigación desde siempre porque nos interesa ser centros creadores de pensamiento y no solo transmisores del pensamiento que otros elaboran. También contribuimos con la sociedad formando gente que sea buena, es decir, cuando recibas a una persona del CEU sabrás que no solo es un buen profesional sino alguien en quien se puede confiar. Y por último tenemos unas asignaturas específicas, es decir, nosotros damos gran importancia a las Humanidades. Todo el mundo hoy en día habla de la importancia de las Humanidades para luego no prestarle la mayor atención. En todos los planes de estudio de nuestras carreras hay asignaturas humanísticas: Farmacia, Medicina, Arquitectura, ADE, Derecho, alguna Ingeniería….te encuentras con que la carrera tienes asignaturas obligatorias de Antropología, Historia, Doctrina Social de la Iglesia, etc…
-¿Cuáles son los porcentajes de inserción laboral de vuestros estudiantes?
-Son muy altos, por encima del 90.
-¿Son mejores que la pública?
-Yo creo que sí.
-¿Qué los diferencia?
- La pública tiene un problema para adecuarse a la demanda, y en eso es más lenta que las universidades de iniciativa social. Por otro lado, nosotros damos atención personalizada. El profesor está muy dispuesto a ayudar al alumno en su camino, a tratar de orientarlo, enseñarle a aprender, mientras que normalmente en la pública el profesor puede ser una figura más distante.
-¿Qué opina del énfasis que tanto pone el Ministerio de Educación en el desarrollo de competencias de los alumnos?
-Los decretos de enseñanzas mínimas, por ejemplo, de asignaturas como Historia me resultaron complicadísimos. Fomentan el aprendizaje grandes procesos, ideas generales, dejando de lado el contenido concreto para centrarse en habilidades, destrezas…Evidentemente, no hay que aprender solo conocimientos, hay que aprender habilidades pero entiendo que eso viene a sumar, no a sustituir. Adquirir un conocimiento te obliga a esforzarte; queda muy bien lo de que se aprenda jugando u ordenando cosas por tamaño o colores, pero el alumno tiene que saber lo que es trabajar en serio para llegar a las metas porque luego vas a tener que trabajar y es bueno que te hayan preparado para eso.
Hay que hacer que la enseñanza sea más que un juego. A la gente hay que formarla en la cultura del esfuerzo
Alfonso Bullón de Mendoza
Presidente de la ACdP
-Tanto en la nueva Selectividad como en los decretos de enseñanzas mínimas se tiende a rechazar la memorización, la reproducción de contenidos. ¿Por qué? ¿No es bueno memorizar?
-El desprecio a la memoria es malo. La memoria es una capacidad que se ejercita o no. Si la ejercitas y tienes buena memoria entiendo que es mucho mejor que si no la ejercitas y no tienes buena memoria. Pero esto de decir que la memoria no es lo fundamental es curioso porque ya en el Bachillerato del año 38 se decía lo mismo. Todo lo que sea desarrollar capacidades y facetas de la persona está muy bien. Dentro de eso es evidente que solo con la memoria no es suficiente pero si te ayudan desarrollarla es magnífico. Hay que hacer que la enseñanza sea más que un juego. A la gente hay que formarla en la cultura del esfuerzo. Lo que es importante es que los alumnos se acostumbren a que cuando quieren llegar a una meta eso significa un trabajo y un esfuerzo. Si creamos un sistema educativo que haga que la gente salga sin haber desarrollado esa conciencia, su inserción al mundo laboral será mala, será gente que estará poco acostumbrada a trabajar de verdad.
-¿Le gusta la ley de Universidades?
No me acaba de convencer por diversos motivos. Por ejemplo, respecto a lo que plantea en cuanto a los requisitos de creación de nuevas universidades. Hay que tener un número de carreras en determinadas áreas de conocimiento. No sé por qué no pueden existir universidades especializadas. Si alguien quiere crear una universidad centrada simplemente en Humanidades, o en Ciencias, ¿por qué no puede hacerlo? Entonces se dice que si se tienen pocas titulaciones tiene que estar adscrita a otra universidad. Pero si estás adscrito a otro campus tus planes de estudios tienen que ser de ese campus, pero si quieres especializarte en un campo es porque tienes tu propia idea de cómo hacer las cosas. Soy muy partidario de que haya la mayor libertad a la hora de que la gente pueda tener sus proyectos educativos.
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-¿Por qué se ataca a la iniciativa privada?
Siempre hay una imagen por parte de algunos sectores de que lo público es lo recomendable sin darse cuenta que la iniciativa social ofrece un servicio público aunque lo ofrezca la sociedad y no el Estado. En el mundo de la educación hay una tendencia al estatalismo. Y no se produce solo dentro del Partido Socialista; la ley universitaria de Pilar del Castillo, del PP, fue más intervencionista que la de Rubalcaba.
En el mundo de la educación hay una tendencia al estatalismo. Y no se produce solo dentro del Partido Socialista
Alfonso Bullón de Mendoza
Presidente de la ACdP
-El decreto de enseñanzas mínimas de Bachillerato tenía una parte bastante polémica de la que se quejó la Real Academia de la Historia de la que usted es miembro al pedir que se estudien los procesos antidemocráticos de la II República y no solo los democráticos…¿Participó en aquellas enmiendas?
-El PSOE tiene una memoria histórica selectiva. El PSOE en la República tiene un episodio, la Revolución de octubre del 34 de lo que ellos están, curiosamente, muy orgullosos, pero en realidad fue un intento de golpe de Estado. El PSOE de la II República es desde el punto de vista de la política actual bastante impresentable. Lo que llama la atención de la imagen que se quiere dar de la historia es que las políticas de Estado deben buscar aquello que cohesione al país, entonces, si quieren mirar a la historia, hay una parte maravillosa que es la Transición. Un ejemplo magnífico de cómo se entendieron los españoles, de cómo poner en marcha las cosas, de cómo lograr que funcione un sistema democrático partiendo de la nada…Y, al revés, queremos hacer hincapié en que nos matábamos hace 90 años...Me parece una política de Estado muy poco inteligente, hay que buscar unir a la gente, no separarla.
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-¿Está adoctrinando este Gobierno a los alumnos?
-Lo está intentando, otra cosa es que lo consiga. Por lo menos sí te está diciendo qué visión tienes que tener de la historia. El Gobierno podrá tener la voluntad pero los que lo hacen o no son los profesores.
-¿Y lo hacen los profesores?
-Tendrá que ver con la capacidad crítica del profesorado.
-¿Pero es posible que ocurra?
-Si el ministerio dispone una máquina coercitiva para adoctrinar será fácil hacerlo y será complicado hacerle frente al adoctrinamiento.. Ya los textos de Bachillerato del curso pasado de la editorial SM de los marianistas plantean que los enemigos de la República son los católicos. Cosa que por cierto no es verdad porque toda la jerarquía da unas pastorales hablando del acatamiento al régimen constituido. En cualquier caso, hay que tener cuidado porque los manuales de texto anteriores a la 'ley Celaá' ya ofrecían una visión sesgada de la II República. Lo que pasa es que ahora la norma da unas orientaciones de lo que debes valorar más o menos.
Lo que ahora hay es un deseo del Estado de decirte cuál es la visión que tienes que tener de la historia cuál no, y eso sí que es inédito
Bullón de Mendoza
Presidente de la ACdP
-¿Estamos entonces en un momento similar al de otros de la historia en cuanto a la politización de la educación?
-Lo que ahora hay es un deseo del Estado de decirte cuál es la visión que tienes que tener de la historia cuál no, y eso sí que es inédito.
-En la etapa de Infantil se habla de la construcción de género. Eso también es nuevo…
-Es una locura. Tienes que tener determinada edad para pedir una cerveza en un bar pero sí puedes determinar si tienes un género u otro. Hay decisiones que requieren madurez, sobre todo porque hay cosas que pueden ser irreversibles. Si usted quiere que la gente se ponga a tomar decisiones irreversibles que esperen al menos a que sean mayores de edad.
-Todos los partidos hablan de la importancia de la igualdad y la equidad en el mundo educativo. ¿Cómo se consigue?
-Es una cosa deseable y buena que más o menos existe. La gente debe poder estudiar, la cuestión es cómo se consigue. Pero todo lo que sea favorecer que todo el mundo sea escolarizado en las mejores condiciones posibles está bien. Otra cosa es plantear si esa escolarización la debe hacer el Estado o se puede hacer también por la iniciativa social y debe, en ese caso, sufragarla el Estado porque la gente con sus impuestos tiene derecho a elegir el tipo de educación que quiere para sus hijos, y el que no lo pague también.
-Hay sectores de la comunidad educativa que tildan a los centros del CEU de «elitistas» y aseguran que no les interesa integrar a los inmigrantes…
-Nosotros tenemos colegios privados y concertados y estos últimos tienen que ver con la zona en la que están, pero alguno de los concertados de Barcelona, por ejemplo, está en una zona de clase media baja y tienen alumnado de la zona. Por ejemplo, he sido rector de la Universidad de Madrid y Valencia y la procedencia social de nuestros alumnos no es igual.
Además, somos la institución educativa que más dinero da en becas. Nosotros nunca hemos tenido ánimo de lucro y cuando la pandemia dejamos claro que nadie debía dejar de estudiar en nuestros colegios por un tema económico. Así, provisionamos dinero para impagos.
-Pero la ACdP sí quiere formar a una élite que es la que va a llegar a cambiar el panorama social y económico. ¿Es ahí donde puede no interesarles formar a aquellos tendrían menos opciones de llegar?
-Eso es un planteamiento de principios del siglo XX propio de los jesuitas. A nosotros nos creó el padre Ayala que es jesuita. Naturalmente los jesuitas querían formar a las élites porque eran las que podían ayudar a cambiar el país y gobernarlo. Pero ahora los jesuitas no están en esa línea, ha habido una evolución en todo lo que era la concepción de minorías selectas. Además, una cosa es la ACdP y otra sus obras educativas. Estas son de evangelización y, como tal, lo que interesa es llevar el mensaje de Cristo al mayor número de personas posibles.
-Por eso se criticaba, ¿hasta qué punto es cristiano formar solo a una élite?
-Pero no se está jugando a eso. La ACdP forma minorías selectas para la participación en la vida pública, la concepción de sus centros es distinta, es la evangelización, llegar solo a las élites no sería válido.
Con 90.000 euros al año no se puede elegir centro. Un colegio privado vale unos 1.500 euros al mes, si tienes cuatro hijos son 6.000. Eso multiplicado por 10 llega a los 60.000 al año
Alfonso Bullón de Mendoza
Presidente de la ACdP
-¿Qué opina de las becas de Ayuso?
Me parecen estupendas. Nunca he entendido por qué cuánto más impuestos pagas menos derechos tienes. Si con los impuestos que le cobran a determinadas personas se pueden cubrir 10 o 15 plazas de la pública ¿por qué no se pueden beneficiar de ayudas para que sus hijos estudien? Queda bonito hablar de determinadas rentas, por ejemplo, 100.000 o 150.000 al año pero al final es falso, en todo caso, ganas 90.000 porque 60.000 se los queda el Estado. Y entonces gracias a ese dinero se crean una serie de puestos educativos y al final tú no puedes elegir el colegio que quieres para tus niños por el enorme dinero que le das al Estado.
-¿Con 90.000 al año no se puede elegir colegio?
Un colegio privado vale unos 1.500 euros al mes. Si tienes cuatro niños son 6.000 euros. Eso multiplicado por 10 meses son 60.000. Te garantizo que no.
-Su abuelo, Eloy Bullón, fue subsecretario de Instrucción Pública. ¿Cree que hubiera sido un buen ministro de Educación o que hubiera sido más combativo con la ministra Alegría de lo que tiene esta ahora enfrente?
-Mi abuelo hizo el 20 de noviembre de 1912 una impugnación del presupuesto de instrucción pública. Y en esa impugnación se quejaba de que las leyes no se pactaran. Decía que era algo demasiado importante para que estuviera al arbitrio del ministro de turno y que deberían ser temas consensuados.
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