¡Hazte custodio!
La custodia del territorio, una estrategia complementaria a otros mecanismos encargados de proteger el patrimonio natural que no renuncia al rendimiento económico
La custodia del territorio consiste en que propietarios y usuarios de lugares de interés natural, cultural y paisajístico se convierten, de manera voluntaria, en responsables de su conservación y buen uso a largo plazo. Para lograrlo, «es importante que dispongan de las herramientas adecuadas», manifiesta Jordi Pietx, director de Xarxa de Custòdia del Territori (XCT) , una organización sin ánimo de lucro que trabaja en Cataluña.
XCT nació en 2003, tres años después del impulso dado a la materia por el congreso internacional que se celebró en el Castillo de Montesquiu. Más tarde recogerían el testigo Avinença (Asociación Valenciana de Custodia y Gestión Responsable del Territorio, 2005), Ínsulas (Red Andaluza de Custodia y Gestión del Territorio, 2006), ICTIB (Iniciativa para la Custodia del Territorio en las Islas Baleares, 2006) y la Asociación Galega de Custodia do Territorio (AGCT, 2008).
Ciento sesenta socios forman XCT: asociaciones, empresas, ayuntamientos, fundaciones, consorcios de municipios, administraciones de distinta índole –como el Centro de la Propiedad Forestal de Cataluña, por ejemplo- y una decena de centros de investigación. «Contamos con voluntarios y expertos que están en prácticas o preparando sus tesis -más relacionadas con el ámbito del Derecho que con las Ciencias Ambientales-», comenta Pietx.
El 80% del territorio de Cataluña está en manos privadas, un fenómeno que se repite en toda España . En Cataluña, como en el resto del litoral Mediterráneo, podemos encontrar casos en los que «un centenar de propietarios comparten una superficie de 200 hectáreas (ha)», dice Pietx. En la meseta (las dos Castillas o Extremadura), en cambio, predominan los latifundios, y «el establecimiento de criterios de salvaguarda de las especies autóctonas más emblemáticas de la zona, como el águila o el lince, resulta sencillo», continúa. El Refugio de Rapaces de Montejo de la Vega (Parque Natural Hoces del Río Riaza, Segovia) creado por WWF se considera el primer ejemplo español de custodia del territorio. Félix Rodríguez de la Fuente impulsó su puesta en marcha en 1974; hoy, el espacio cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad, que ha lanzado la plataforma www.custodia-territorio.es hace poco.
Proceso cultural
«El modelo canadiense es el más parecido al que tenemos en España», comenta el ornitólogo Jordi Sargatal. En Canadá la práctica del cuidado de la tierra sirve para asegurar que los sistemas naturales se mantienen o mejoran para las generaciones futuras. Ya en los 80, el gobierno local de Ontario empezó a contactar con algunos propietarios de balsas agrícolas recuperables y robledales de la provincia. Su idea consistía en ayudarles a diversificar los beneficios de sus fincas a partir de la suscripción de diferentes tipos de acuerdos de custodia.
Aquellos que los firmaban en pocos meses recibían el calificativo de «pioneros». El boca a boca actuaba después: en dos años el número de adscritos se quintuplicaba . Por supuesto, también hubo «reticentes». «A veces no se dan las situaciones familiares propicias para embarcarse en un proyecto de tales características; eso no significa que estemos ante personas que carezcan de sensibilidad medioambiental», puntualiza el director de Xarxa de Custòdia del Territori.
En Centroeuropa los procesos metodológicos de custodia están muy estandarizados. En Estados Unidos, por su parte, donde incluso existen extensiones de superficie marina susceptibles de arrendamiento o compra-venta, ayudan a ordenar el territorio.
«La Ley 42/2007 de Patrimonio Natural recoge bien en qué consiste la custodia del territorio. Y el nuevo Plan Estratégico del Patrimonio Natural, a cuyos borradores hemos tenido acceso y a los que hemos realizado sugerencias, igual. No obstante, pedimos un desarrollo legislativo más amplio y que vaya más allá del plazo 2011-2017», expresa Pietx.
Actividades tradicionales y sostenibles
La conservación de la biodiversidad pasa por el mantenimiento de la ganadería y la agricultura tradicionales y el fomento de un turismo sostenible.
«Por un lado, hemos cedido la explotación de la Finca Coll Can Maçana a los ganaderos locales para que sus vacas eliminen el exceso de bosque bajo de aquellas zonas altamente inflamables -una operación más barata que si se llevara a cabo de manera mecánica-. Y por otro, hemos restringido los accesos, lugares de aparcamiento y circuitos del Parque Natural de la Montaña de Montserrat (Barcelona)», explica Xavier Escuté, jefe de Territorio de la Obra Social Caixa Catalunya .
La Obra Social Caixa Catalunya también colabora junto al Ayuntamiento de Flix y el Grup de Natura Freixe en el entorno de la Finca del Mas de Pitoia , ecosistema lleno de contrastes y de especies significativas, reseña Anna Subirana, de Xarxa de Custòdia del Territori. La Fundación Biodiversidad , además, a través del plan «Olivares y humedal: Recuperación ambiental y paisajística del entorno de Sebes» trata de promover una agricultura ecológica que potencie una marca de calidad de la variedad de oliva específica del Valle del Ebro (empeltre).
En 2010, se establecieron 1.336 acuerdos de custodia (casi 293.000 ha), 630 más que en 2008. En la actualidad, hay 130 entidades encargadas de asesorar a los particulares que les solicitan ayuda. Las acciones que se pueden emprender dentro de un terreno para mejorarlo son variadas: desde la instalación de cajas nido para la avifauna, hasta la reforestación con variedades autóctonas .
Pere Garet, por ejemplo, también ha instalado un Aula de Naturaleza en la casa rural que regenta. Y a sus huéspedes les da la oportunidad de destinar un euro más por noche a proyectos de conservación de la finca. Garet, con ayuda del Centre d'Estudis dels Rius Mediterranis , ya ha recuperado un tramo de 0,69km (15.600 m2) perteneciente a la cuenca del Llobregat . Algunos ecosistemas acuáticos (las balsas, los humedales) vuelven a mostrar su exuberancia de especies transcurridos apenas pocos meses desde la intervención.
«Lo fundamental ahora es lograr la capacitación real de las entidades de custodia, que se puedan profesionalizar para movilizar a los ciudadanos», concluye Jordi Pietx, director de Xarxa de Custòdia del Territori (XCT).
De momento, Navarra, Canarias, La Rioja, Ceuta y Melilla no cuentan con ninguna. Las tres primeras autonomías, al menos, disponen de terrenos custodiados por otras entidades de ámbito estatal.
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