Todo es poco para el oso
Un libro que repasa el comportamiento de la especie en la Cordillera Cantábrica; un Centro de Interpretación recién inaugurado en Somiedo; un programa de recuperación de su hábitat en Redes...
![Todo es poco para el oso](https://s2.abcstatics.com/Media/201110/17/osos-cordillera-cantabrica--644x362.jpg)
El Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (FAPAS) pretende recuperar el hábitat del oso pardo en el parque natural de Redes . Por ello, persigue la colaboración de los propietarios de fincas en desuso en Caso y Sobrescobio (Asturias). FAPAS plantará robles y cerezos en los terrenos y permitirá la explotación maderera a los particulares. De momento, cuenta con un stock de unos 5.000 árboles, aunque el número podría aumentar. Todo dependerá de la acogida que tenga la iniciativa entre los vecinos.
También se instalarán colmenas que mejoren la polinización de las plantas, así como cámaras fijas en varios lugares de Redes que arrojen luz sobre la población oriental de oso pardo (mucho menos numerosa que la occidental).
Si atendemos a los últimos censos, en 2009 se contabilizaron 21 osas con crías del año en la población cantábrica, mientras que en la subpoblación oriental el número continúa estancado en dos o tres por año.
«En Redes hay registrada la presencia esporádica de machos, pero no de hembras», señaló durante la presentación del programa el presidente de FAPAS, Roberto Hartasánchez.
Y eso que la localización de osas con crías se ve facilitada por el comportamiento diurno y de movilidad reducida de estas. El seguimiento de las osas y oseznos, además, representa uno de los principales métodos de monitorización de las poblaciones oseras, según establece el Plan de Acción para los Osos del Mundo , de la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza . El infanticidio, sin embargo, constituye una de las principales causas de mortalidad de la especie.
¿Cuántos quedan?
Los estudios que han observado el fenómeno desde el punto de vista biológico y/o evolutivo son escasos. En Suecia se conoce el siguiente dato: el 75% de los decesos en crías es achacable a ataques infanticidas . Los machos agresores, en ocasiones, consumen su carne, pero, sobre todo, buscan aparearse con la madre durante esa misma estación de celo.
Se sabe que las hembras de oso negro, por ejemplo, pueden copular 48 horas después de haber perdido a sus cachorros. Las de oso pardo, por su parte, desarrollan estrategias muy variadas para minimizar las consecuencias de las conductas infanticidas. La promiscuidad sexual les sirve para sembrar la confusión entre los machos que viven en los territorios más próximos y que, incluso, buscan de manera activa. Si estos creen que han tenido éxito reproductivo no aniquilarán a la camada resultante cuando se encuentren con sus «posibles descendientes» la primavera próxima.
El último caso de infanticidio del que se tiene constancia en España se anotó el 8 de junio de 2008 en el parque natural de Fuentes Carrionas y Fuente Cobre-Montaña Palentina (Palencia).
Dos meses antes, un equipo de la Fundación Oso Pardo (FOP) localizaba a una osa y a sus dos crías; a lo largo de mayo realizaron un control diario del clan, pero un paseante alertó de la presencia de buitres alrededor de un cachorro y huellas de gran tamaño (120 mm) que parecían coincidir con las de un macho adulto al poco. La necropsia practicada al osezno determinó que fue víctima de la acción cruenta de otro individuo de su especie. Pese a los esfuerzos llevados a cabo por FOP, el núcleo familiar no volvió a detectarse en la zona.
Si quieres conocer cuántos osos cantábricos quedan y dónde viven, qué comen, cómo se relacionan con los lobos y zorros o qué problemas entraña su conservación consulta «El comportamiento de las osas y sus crías en la Cordillera Cantábrica» (pdf) , coeditado por la Fundación Biodiversidad y la FOP.
La FOP, además, ha inaugurado el Centro de Interpretación «Somiedo y el Oso» en Pola de Somiedo.
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