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La ciudad de Manila se hunde por la sobreexplotación de sus acuíferos

Algunos barrios de la capital filipina se han hundido hasta 18 centímetros en los últimos tres años, lo que empeora las inundaciones que se repiten en la estación de los monzones

La ciudad de Manila se hunde por la sobreexplotación de sus acuíferos EFE

EFE

Algunas zonas de Manila se han hundido hasta 18 centímetros en los últimos tres años debido a la sobreexplotación de los acuíferos, lo que empeora las inundaciones que se repiten a lo lagro de la estación de los monzones.

«Desde que empezaron las mediciones en 2007, con la colaboración de un satélite japonés, se percibe un hundimiento de 5,5 centímetros al año», explica Arturo Daag, vulcanólogo del Instituto Filipino de Vulcanología y Sismología (Phivolcs) . «Casi con total seguridad, el hundimiento comenzó antes de que hiciéramos las primeras mediciones», puntualiza Daag. «En el futuro, puede provocar que ciertas áreas se vayan convirtiendo en cuencas y sufran inundaciones casi permanentes , como ya empieza a ocurrir, si no se presta atención al problema», advierte el científico.

El fenómeno, llamado subsidencia, se produce cuando los acuíferos sobre los que se asienta el terreno reducen su volumen por la sobreexplotación, disminuye la presión que ejercen sobre el suelo y lo vuelven menos compacto.

«Existe una alta concentración de industrias que dependen de la extracción de agua subterránea para satisfacer sus necesidades, según el trabajo de campo que hemos realizado. En Manila, estos acuíferos poseen una gran profundidad -de entre 250 y 300 metros-, pero las empresas distribuidoras de agua han notado que cada año se reduce el nivel», subraya el experto.

Indicios pequeños

Los barrios de Manila más afectados por la subsidencia son Navotas, Caloocan, Malabon y Valenzuela . En la vecina provincia de Bulacan aún siguen anegadas un buen número de parcelas más de dos semanas después del paso de los tifones «Nesat» y «Nalgae», que han provocado al menos 101 muertos.

En el caso de la capital filipina, el problema se agrava por ser una ciudad costera, con el consiguiente riesgo de que el mar termine por llegar a las barriadas más expuestas.

Pese a que la altitud de algunos lugares de Manila ya ha disminuido 18 centímetros en poco más de tres años, Daag destaca que los indicios para los residentes son muy pequeños todavía: «Algunas tuberías que se rompen sin motivo aparente pueden ser pequeñas pruebas; sin embargo, es difícil detectar cambios a pequeña escala porque el fenómeno afecta a áreas bastante grandes».

Agrava un terremoto

Además de empeorar las inundaciones que sufre Manila año tras año en temporada de tifones, la subsidencia representa una amenaza en caso de terremoto.

«Si se produce un seísmo, los terrenos saturados y menos compactos tienden a moverse más tiempo y de forma más intensa», señala el vulcanólogo.

Daag sostiene que Filipinas necesita limitar la extracción de agua, lo que requeriría la construcción de nuevas presas para satisfacer a la industria y a los más de 12 millones de habitantes de Manila.

También aconseja la puesta en marcha de un plan que mejore la respuesta en caso de inundaciones y regule los asentamientos de chabolistas , donde la acumulación de desperdicios multiplica el efecto de las riadas.

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