CANTABRIA
Unidades móviles de polinización para mejorar el hábitat del oso y el urogallo
Diez apicultores de Liébana participan en la iniciativa: producen más miel y polen gracias a la trashumancia de sus colmenas y favorecen la polinización de frutos silvestres

El « Proyecto de Restauración de Ecosistemas mediante manejo apícola », lanzado por el Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (Fapas) en colaboración con la Fundación Banco Santander , echó a andar de manera oficial ayer en el Centro de Estudios Lebaniegos de Potes .
Se trata de una iniciativa pionera cuyo objetivo estribará en incrementar la productividad de las arandaneras en ecosistemas de montaña de Liébana , donde habitan el oso y el urogallo cantábrico, ambas especies catalogadas «En Peligro» de extinción.
La desaparición de las abejas en estado silvestre, como consecuencia de diversas enfermedades y por el abandono de las explotaciones apícolas tradicionales, está originando un impacto negativo sobre la polinización de frutos claves en la dieta del oso y el urogallo .
Susceptible de exportarse
Fapas dispone de diez Unidades Móviles de Polinización ; unos remolques diseñados para facilitar el traslado y manejo de colmenas , «lo que permite aprovechar los óptimos de floración de distintas especies en función del gradiente altitudinal y colocarlas en enclaves críticos», explica el presidente de Fapas Roberto Hartasánchez.
«En cada "fapimóvil" hay 20 colmenas, y en cada colmena 40.000 abejas, que visitan una media de 10.000 flores al día », continúa.
Los "Fapimóviles" puestos a disposición de la decena de apicultores locales que participan en el programa cuentan, además, con un sistema de protección eléctrico que previene los ataques de los osos a las colmenas.
El proyecto compatibiliza los intereses del sector apícola y los requerimientos ecológicos del urogallo y el oso pardo. «Gracias a la trashumancia de las colmenas los apicultores pueden aumentar su producción de miel y polen al tiempo que favorecen el surgimiento de frutos silvestres», subraya Hartasánchez.
La experiencia se está desarrollando en los municipios de Vega de Liébana, Cillórigo de Liébana, Cabezón de Liébana y Pesaguero . Y es susceptible de exportarse a otras zonas rurales de montaña, ya que «se integra plenamente en las nuevas líneas directrices de la Política Agraria Común: producción de biodiversidad a través de la actividad agraria», concluye el presidente de Fapas.
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