RESERVA DE LA BIOSFERA EN MICHOACÁN
Las áreas ocupadas por mariposa monarca caen un 59% en México durante 2012-2013
Las temperaturas superiores a 35 ºC y el uso de herbicidas en los campos de soja y maíz de Estados Unidos han propiciado el peor registro en dos décadas

Las autoridades mexicanas han anunciado una reducción del 59% de las áreas ocupadas por la mariposa monarca durante la temporada 2012-2013 en la Reserva de la Biósfera dedicada a la especie, situada en el estado suroccidental de Michoacán .
Una revisión de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) y la alianza WWF-Telcel «encontró que la superficie forestal ocupada por las colonias de mariposas monarca en diciembre de 2012 había sido la más baja de las últimas dos décadas », señaló un comunicado oficial.
El informe añadió que en la segunda mitad de diciembre se localizaron nueve colonias de hibernación , las cuales ocuparon una superficie de 1,19 hectáreas (ha) de bosque, «cifra que representa un descenso del 59% respecto a las 2,89 ha ocupadas en diciembre de 2011».
La Conanp indicó que para realizar el inventario de las mariposas monarca se realizan recorridos quincenales por los predios donde se han documentado históricamente esas colonias, así como otros datos que permiten calcular la presencia de la especie.
El titular de la Conanp, Luis Fueyo, recordó que la mayor superficie ocupada de mariposas monarca se dio en el invierno de 1996 , cuando se registraron 18,1 ha.
Campos de cultivo de soja y maíz
Fueyo subrayó que la reducción del número de ejemplares de mariposas monarca se debe «probablemente a los efectos negativos de la disminución de los algodoncillos ( Asclepias curassavica ) en los campos de cultivo de soja y maíz en Estados Unidos, al considerar a la planta tóxica para el ganado y tratar de eliminarla mediante herbicidas ».
Además, también han influido las variaciones climáticas extremas a las que estuvieron sujetas las generaciones reproductivas de mariposas en primavera y verano de 2012 en Estados Unidos y Canadá, que afectaron a la supervivencia y fecundidad de los ejemplares adultos.
«Las temperaturas mayores a los 35 grados centígrados pueden ser letales para las larvas : los huevos se desecan y su tasa de eclosión disminuye drásticamente», expliccó el director de WWF México, Omar Vidal.
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