CONGRESO ÁRTICO
La UE defiende su papel como observador en el Consejo Ártico
La comisaria de Pesca ha incidido en que el Ejecutivo europeo ha contribuido con un total de 2.000 millones de euros desde 2007 al desarrollo en la región

La comisaria europea de Pesca, María Damanaki, ha reivindicado el ingreso de la Unión Europea (UE) como observador en el Consejo Ártico (CA) ante ministros y altos representantes políticos de los ocho países con territorios en el círculo polar (Canadá, Dinamarca, EE.UU., Finlandia, Islandia, Noruega, Rusia y Suecia, más las comunidades indígenas del área), reunidos en el Congreso Internacional sobre el Ártico que se celebra en Tromso (norte de Noruega).
A sólo cuatro meses de que el CA decida si aceptar o no la petición de la UE para incorporarse como observador, Damanaki hizo ayer una ferviente defensa de los motivos por los que la Unión debe estar en dicho órgano intergubernamental de cooperación y promoción del conocimiento sobre el Ártico.
La Comisaria de Pesca subrayó que la UE ha sido la institución que más ha invertido en investigación en el Ártico en la última década, con una contribución anual de 20 millones de euros .
Gracias a esa partida se han financiado 15 grandes proyectos -algunos de los cuales todavía están en marcha- que van desde el impacto de la subida del nivel del mar a las consecuencias del cambio climático para la pesca.
Ademas, Damanaki incidió en que la UE ha contribuido con un total de 2.000 millones de euros desde 2007 al desarrollo en la región, que han sido destinados a iniciativas que van desde la promoción del turismo sostenible en Groenlandia hasta el estudio de los volcanes en Islandia .
Otro de los argumentos de la comisaria es que la UE importa un tercio de todo lo que se pesca actualmente en el océano Ártico, cada vez más accesible debido al creciente deshielo .
Actuar con rapidez
«En la UE somos conscientes de que la decisión de explotar o no los recursos del Ártico no corresponde a Bruselas sino a las personas que viven en la región», apuntó.
Pero, si finalmente deciden explotarlos, «las empresas europeas irán hasta allí y nos afectará todo lo que hagan, desde un posible vertido hasta las potenciales emisiones» , destacó.
«El Ártico está en un momento crítico, necesitamos ser más ambiciosos y actuar con más rapidez ante los cambios que están ocurriendo, y la mejor manera es sentarnos a negociar juntos», indicó Damaki al concluir su intervención.
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