Leo Messi es la gran carta de la selección argentina de fútbol para el Mundial de Brasil 2014, al que el delantero llega consolidado, en el punto ideal de madurez y acompañado por un grupo que, más allá de ciertas debilidades, se muestra en armonía e ilusionado con la posibilidad de llegar al tricampeonato.
Messi está sediento del único gran título que le falta, la Copa del Mundo, y afianzado en su papel de capitán está decidido a ir por todo en Brasil. «Ganar el Mundial sería impresionante», se ilusiona a los 26 años.
Argentina cuenta con la delantera quizás más poderosa del planeta, con varias de las máximas figuras del fútbol europeo como Messi, Gonzalo Higuaín, Sergio Agüero, Ezequiel Lavezzi y Rodrigo Palacio. A ellos se suman la velocidad y profundidad de Ángel Di María y la experiencia de Javier Mascherano y Fernando Gago, aunque este último está lejos de su mejor momento tras varias temporadas de lesiones.
Uno de los grandes méritos del técnico Alejandro Sabella fue seguir el consejo de Josep Guardiola y darle a Messi su espacio para crear y sumar goles a los récords que ya batió en el Barcelona.
«Es fundamental que Leo tenga la pelota. Él puede jugar libre, donde se sienta cómodo. Es un jugador impresionante. Es un distinto», afirma el entrenador argentino.
Sabella trabajó también mucho para consolidar la armonía en el grupo después de eras tormentosas como la de Diego Maradona en el banquillo albiceleste, aunque el costo fue dejar a otras grandes figuras argentinas fuera del plantel por no acoplarse a esa dinámica personal.
«El grupo es como una casa. Lo importante es lo que no se ve, los cimientos. Como dijo Antoine de Saint-Exupéry, lo esencial es invisible a los ojos», señala Sabella. Messi ratifica sus palabras: «Hace tiempo que no se estaba tan bien. El grupo está muy fuerte. Llega en el momento justo para hacer grandes cosas».
El esquema ofensivo 4-3-3 que suele utilizar Sabella deja sin embargo al descubierto desequilibrios que abren interrogantes a poco del Mundial. A la ya casi histórica debilidad de la defensa argentina se suman ciertas dificultades para el retroceso y la recuperación del balón que desajusta el funcionamiento general.
Confianza ciega
El seleccionador decidió apostar al trabajo y a una confianza invariable, aunque frecuentemente criticada, en sus elegidos para la defensa: Pablo Zabaleta, Ezequiel Garay, Federico Fernández y Marcos Rojo. Lo mismo ocurre con su guardameta titular, Sergio Romero, a quien ratificó una y otra vez en el puesto pese a que no tiene continuidad de juego en su club.
¿Será suficiente el arte de Messi para sacar adelante al plantel? «Ser líder no es malo, pero tampoco te sientas con la obligación de sacar la pelota del arco y meterla en el arco contrario. Messi hoy por hoy es el mejor jugador del mundo. Es muy habilidoso, en el pique corto es muy difícil agarrarlo, pero él solo no te va a ganar un Mundial», advirtió Mario Alberto Kempes, goleador de la selección argentina campeona del mundo en 1978.
La selección argentina está además acechada por el fantasma de las lesiones, con el recuerdo fresco de la seguidilla de problemas que tuvo Messi y lo obligaron a parar casi dos meses. Otros lo ven al revés: aquello fue un descanso que le vino muy bien a la 'Pulga' de cara al Mundial.
Las principales figuras albicelestes llegarán a Brasil 2014 después de transitar una exigente agenda de partidos en los clubes más importantes de Europa, un desgaste con el que Sabella deberá saber lidiar a lo largo del campeonato.
A fuerza de goles, armonía y esfuerzo, Messi y toda la selección lograron en los últimos tiempos reconciliarse con la exigente hinchada argentina tras las decepciones de Sudáfrica 2010 y la Copa América 2011. El desafío por delante es enorme y en territorio del histórico archirrival Brasil, pero con el sueño intacto de sumar una nueva copa a las ganadas en Argentina 1978 y México 1986.
| Dorsal | Nombre | Edad | Club | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
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