Brasil ha ganado cinco campeonatos del Mundo y el peso de su historia, más su golpe de autoridad en la pasada Conferederaciones (3-0 en la final ante España, por si hay algún despistado), le hace ser una de las claras favoritas al título. Visto lo visto esta noche ante Croacia, ni en el mejor de los ejercicios de optimismo uno se imagina a la 'verdeamarelha' logrando la sexta. Ahora bien, que nadie olvide que Brasil juega de amarillo y de local. Y eso es hacerlo con doce. O con trece. Más si el colegiado es japonés, nacionalidad hermana del país anfitrión. La mayor colonia nipona fuera de Japón está en Brasil, donde se estiman que viven casi dos millones de ellos. Que se sepa Yuichi Nishimura aún no tiene casa en Sao Paulo, pero tras el escandaloso penalti regalado ayer a la canarinha, ofrecimientos no le van a faltar. [Narración y estadísticas del Brasil-Croacia]
El inicio de partido y de campeonato no lo escribió precisamente un guionista local. Croacia le dio la iniciativa a los anfitriones, que cuando tienen que llevar el mando de los partidos notan la ausencia de un pelotero en su centro del campo, repleto de músculo con Paulinho y Luis Gustavo pero falto de imaginación, más aún con un Oscar fuera totalmente de forma. Así que la idea primeriza de los de Niko Kovac salió a la perfección. A los ocho minutos del duelo, un preciso centro de Perisic desde la diestra fue rematado picudo por Olic desde el segundo palo ante la pasividad de Alves y la estatua de Julio César. El cabezazo del jugador del Wolfsburgo avisó a la canarinha de lo que estaba por venir. Cuatro minutos después, Croacia se adelantaría. Robo de Modric en la medular, apertura a la izquierda hacia Olic, centro rasito del ayer extremo diestro croata, remate en semifallo de Jelavic y Marcelo, sin querer, introduce el balón en su propia portería. Nunca antes un autogol había roto el hielo en un campeonato del Mundo. No tiene mucho caché, para que nos vamos a engañar, pero si es usted croata igual este pequeño detalle le importó bastante poco en ese momento. Por no decir una ordinariez.
Empata Neymar
El tanto de los balcánicos no cambió la hoja de ruta de ninguno de las dos selecciones. Croacia seguía esperando en su campo y cada vez que robaba el balón montaba una contra muy peligrosa, sobre todo, gracias a la velocidad en las transiciones de Modric y Rakitic y los inteligentes movimientos de Olic y Jelavic. El nueve croata (en sustitución de Mandzukic, sancionado) tuvo el 0-2 a la media hora de partido en una buena incursión de Perisic hasta línea de fondo cuyo centro y posterior testarazo del delantero de Hull City fue detenido por Julio César. Un poco antes, Oscar había asustado a Pletikosa con un zurdazo desde la frontal. Se le vio algo pinturero y blando al guardameta croata y las sensaciones se confirmaron enseguida. Neymar, que acababa de ver una amarilla clara por un manotazo sobre Modric, robó la pelota en una salida de balón de los de Kovac, la condujo hasta la medialuna del área, y desde allí disparó con su pierna mala, la zurda, al palo izquierdo de Pletikosa para hacer el empate. El chut no era nada del otro mundo, bien colocado aunque muy suave, pero es que el veterano portero balcánico tampoco lo es. 1-1 y partido nuevo. Croacia ya nunca sería la sombra de los primeros minutos. Acobardada, el balón le duraba apenas segundos. Brasil, con más empuje que juego, al fin había impuesto la ley de una anfitriona pentacampeona del mundo. La noche caía sobre el Arena de Sao Paulo, sobre todo para los balcánicos. Los focos, superado el susto inicial, los ponía Brasil. Con Neymar de faro.
Fue un espejismo. Tras el descanso, los locales le cedieron el balón a Croacia que se adueñó del partido mientras Brasil, esperaba en su campo para robar y contragolpear. Aún así, el plan no generó muchas ocasiones para los anfitriones. Solo cuando Neymar cogía la pelota se hacía algo la luz. Afortunadamente, estaba Yuichi Nishimura. Vestido de negro y katana en mano se inventó una pena máxima de Lovren sobre Fred. Neymar la anotaría. Ya en el descuento, Oscar hizo el tercero. Tres primeros puntos para Brasil. Atraco mayúsculo mediante.