¿Por qué ya no sirve frenar antes de un radar fijo para evitar la multa?
Los controles de velocidad instaurados actualmente son mucho más efectivos para la detección de infracciones
¿Cómo saber si me ha pillado un radar móvil con el coche o la moto y tengo que pagar una multa?
Radares por obras: ¿qué son, dónde están y qué multas suponen?

Los radares fijos son uno de los sistemas instalados por la Dirección General de Tráfico (DGT) en las carreteras españolas para controlar y monitorizar el cumplimiento de los límites de velocidad. Según la web del propio organismo, estos dispositivos, junto al cinturón de seguridad, mejoran en gran medida la eficacia en el control de las normas de velocidad. Además, estos tipos de radares funcionan de manera continua y se encuentran en ubicaciones específicas, estando debidamente señalizados para informar a los conductores sobre su presencia y recordarles la necesidad de respetar los límites de velocidad.
Precisamente, ya sea por este aviso emitido desde la propia DGT, o por el que procede de aplicaciones de GPS como Google Maps, no eran pocos los conductores que reducían la velocidad justo antes del tramo en el que se encuentra colocado el radar para evitar la multa por exceso de velocidad. Un «truco» que, hasta cierto punto, llegaba a ser asiduo en las carreteras, pero que ya no surte efecto.
Modernización de los radares fijos
El diseño de los radares fijos actuales es mucho más moderno que el de años atrás. De esta forma, evitan la «burla» a través de tácticas como la del frenazo previo, haciendo que el sistema sea más efectivo y difícil de engañar. En este avance, destaca el equipamiento de los cinemómetro con tecnología de efecto Doppler y sistemas láser, que pueden medir la velocidad del vehículo de manera precisa y rápida. Por lo tanto, hoy en día, estos radares son capaces de captar la velocidad de los vehículos a una distancia considerable y, en muchos casos, pueden medir la velocidad de varios vehículos al mismo tiempo.
Asimismo, muchos radares fijos también están conectados a cámaras de vigilancia que pueden capturar imágenes o videos de los vehículos que circulan por encima del límite de velocidad permitido. Esto significa que incluso si se frena antes del radar, la cámara habrá capturado la velocidad antes de hacerlo.

Radares dobles, en cascada o antifrenazo
Por lo general, tras aplicar la táctica de frenar antes de un radar fijo para evitar la multa, los conductores volvían a la velocidad previa una vez pasado el tramo de vigilancia. La DGT decidió actuar frente a esto y, para ello, instauró los llamados radares dobles, en cascada o antifrenazo. Su método es muy simple, a la par que efectivo, pues consiste en colocar un radar móvil a continuación de uno fijo. De esta forma, el conductor que aminore la velocidad al pasar por un radar fijo y, a continuación, vuelva a acelerar, será pillado y multado.
Del mismo modo, al igual que los radares dobles actúan después de que el conductor reduzca la velocidad, existe otra formas de vigilancia previa para evitar esa frenada brusca. Hablamos de la colocación de puntos de control adicionales antes de los radares, lo cual facilita la detección de conductores que intentan engañar a estos dispositivos. Con este método es más difícil reducir la velocidad justo antes de pasar por el radar.

Reducción de velocidad y distancias entre vehículos
En realidad, ninguna de las normas de tráfico que recoge la DGT habla concretamente de sanciones para los conductores que frenan antes de un radar. Sin embargo, teniendo en cuenta el peligro que puede suponer esta acción en la carretera, los agentes pueden llegar a actuar frente a esto. Y es que la Sección 2ª del Reglamento General de Circulación habla de «Reducción de velocidad y distancias entre vehículos«, recogiendo sus especificaciones en los artículos 53 y 54. En ellos, se deja constancia de que los conductores deben frenar cerciorándose de que pueden hacerlo si no hay ningún tipo de peligro, así como de que deben guardar cierta distancia de seguridad con otros vehículos.
Por lo tanto, si un agente considera que un conductor ha frenado de forma brusca o que su vehículo no deja un especio libre suficiente con otros, podría aplicar las sanciones correspondientes a una infracción grave. Es decir, una multa de 200 euros y la retirada de cuatro puntos en el carnet. Además, si la infracción alcanza la consideración de conducción temeraria, la sanción ascendería a una multa de 500 euros y la pérdida de seis puntos.

En vista de lo expuesto, frenar antes de un radar fijo ya no es una forma confiable de evitar la multa. Los métodos instaurados actualmente por la DGT y los agentes de tráfico son mucho más efectivos para la detección de infracciones de velocidad, dificultando la puesta en práctica por parte de los conductores de técnicas con las que burlar estos dispositivos de control.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete