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Hojas, animales y menos luz: los peligros de conducir en otoño

Con la llegada del otoño de la misma forma que disminuyen las temperaturas y las horas de luz, aumentan las inclemencias meteorológicas, por lo que es fundamental aumentar también la prudencia

Las hojas hacen que los neumáticos puedan perder adherencia F. P.

J. Bacorelle

Madrid

Las inclemencias meteorológicas han llegado a prácticamente toda España. Estamos en una estación fría e igualmente de las medidas de seguridad que seguimos durante todo el año (mantener la distancia de seguridad, respetar los límites de velocidad o usar el cinturón, entre otras muchas) debemos tener en cuenta que, por ejemplo, las noches se alargan por lo que los riesgos de accidente aumentan.

El otoño se caracteriza porque las hojas caen de los árboles. En principio esto no afecta a la conducción, a no ser que la cantidad de hojas en el suelo sea muy alta. Con el asfalto húmedo las hojas resbalan mucho y atención cuando caen muchas hojas, aumenta el riesgo de sufrir un accidente debido a que pueden provocar pérdidas de tracción en los vehículos.

Lsa horas de luz son más reducidas, por lo que se recomienda utilizar las luces de cruce incluso de día. Es muy importante ver y que nos vean. Son más efectivas para hacernos ver en carreteras sombrías o de montaña, por ejemplo. Además, encienden las luces traseras, muy útil para que nos vean los coches que nos siguen cuando circulamos con el sol de frente un poco deslumbrados.

Por otro lado, la conducción nocturna entraña peligros asociados a la pérdida de agudeza visual y la disminución del campo visual. Aunque de noche se estima que el tráfico disminuye un 60%, cuatro de cada diez accidentes mortales suceden a esas horas pues, en la oscuridad, no apreciamos ni velocidad ni movimiento.

Si ya en carretera las condiciones meteorológicas se vuelven muy adversas, es mejor parar en un área de descanso y esperar a que las condiciones mejoren. No obstante, y en caso de continuar, con lluvia, las luces de cruce para ser mejor vistos; y con niebla, hay que encender las luces de cruce y alumbrado antiniebla.

Asimismo, si está lloviendo, conviene comprobar, en marcha y de vez en cuando, la eficacia de los frenos, tocándolos suavemente para secar la humedad de las pastillas, siendo totalmente desaconsejable frenar bruscamente para evitar el aquaplaning. Además, hay que tener presente que la distancia de frenado es mayor con lluvia, por lo que aumentar la distancia de seguridad con el vehículo delantero es fundamental.

Además de estasd normas, los expertos de Midas nos ofrecen una serie de recomendaciones para tomar las precauciones adecuadas en otoño de cara a la conducción:

1

Poner a punto el coche:

Un fallo en el corazón del vehículo puede es una de las peores pesadillas para los automovilistas. Comúnmente conocida como «gripar el motor», esta avería ocurre cuando algunas de las superficies o piezas metálicas del motor se bloquean o incluso llegan a fusionarse entre sí debido a un sobrecalentamiento excesivo provocado por la fricción. Si esto ocurre, puede ocasionar un daño fatal para nuestro vehículo. Por ello es mejor realizar un mantenimiento preventivo y vigilar el indicador de temperatura, así como, revisando los niveles de aceite y refrigerante para cambiarlos cuando corresponde.

2

Revisar o cambiar los neumáticos:

Uno de los componentes más importantes para conducir con seguridad durante el otoño son los neumáticos, que, además, sufren un gran desgaste en la estación previa. En este sentido, los expertos aconsejan montar neumáticos todo tiempo, los llamados AllSeason, ya que ofrecen al conductor unas prestaciones de primer nivel en carreteras frías y húmedas en otoño. Gracias al diseño flexible de la banda de rodadura, con hombros abiertos con un mínimo de laminillas, los neumáticos AllSeason cuentan con un buen rendimiento de frenado en las carreteras secas y húmedas de verano. En general, este tipo de neumáticos ofrecen un rendimiento óptimo en todas las condiciones meteorológicas, excepto las más extremas.

3

Controla la velocidad y controla el frenado ante el pavimento mojado:

En otoño, las lluvias son muchos más frecuentes, por lo que el pavimento es más resbaladizo, presenta más humedad o incluso balsas de agua. En este sentido, la velocidad está estrechamente relacionada con el comportamiento de nuestro coche con el asfalto, por lo que es recomendable no descuidar la velocidad y tener en cuenta el estado del suelo para que no hacer aquaplaning (fenómenos que ocurre cuando las ruedas del automóvil no se adhieren a la carretera a causa de la lluvia, provocando que este pierda el control) o que tengamos que aumentar el tiempo de frenado para conseguir parar el coche.

Además, en caso de que el coche nos patine, es importante recordar no frenar de golpe, porque conseguiremos el efecto contrario al deseado y perderemos el control del vehículo. En caso de encontrar un obstáculo por el que es necesario frenar, se puede frenar de manera suave siempre que podamos continuar en línea recta unos metros. En caso de tener que esquivar el obstáculo, es mejor quitar el pie del freno y gira para corregir la trayectoria. Sin embargo, si tu coche va equipado con ABS esto último no es necesario, ya que podrás frenar sin miedo y esquivar el obstáculo. Esto se debe a que el sistema ABS no permitirá bloquear las ruedas y, de esa forma, el vehículo seguirá la dirección que marques con el volante.

4

Cuidado con las hojas:

Las hojas de los árboles que se caen en otoño pueden ser muy peligrosas a la hora de conducir con seguridad. Además de prestar atención y circular con precaución por las zonas más arboladas, también es recomendable llevar a cabo una limpieza periódica de las hojas que se acumulan en algunas partes de nuestro coche, como el limpiaparabrisas (ya que al accionarlo pueden mancharnos la luna o quitarnos visibilidad), así como las rejillas de ventilación, los neumáticos, o el parachoques. A priori pueden parecer inofensivas, pero una gran acumulación puede generar problemas en el motor o provocar que nuestros neumáticos resbalen, entre otros.

5

Ten en cuenta a los animales:

En el otoño, los atropellos a animales son mucho más frecuentes porque muchas especies se desplazan más o están más activas durante esta época, como el ciervo o el jabalí, que se encuentran en su periodo de celo en esta estación. Lo más común es que crucen carreteras en zonas más rurales, durante el amanecer, el anochecer y las noches de luna llena.

En este caso se recomienda conducir con mucha preocupación, sobre todo por aquellos tramos marcados por una señal que indique tránsito de animales. Además, si vemos un animal en la calzada, es recomendable quitar las luces largas para que no se deslumbren y se queden paralizados, lo que facilitaría el atropello. Tampoco debemos tocar el claxon si nos encontramos ya a poca distancia, porque puede provocar una reacción inesperada.

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