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Los elementos del coche más sensibles a los cambios bruscos de temperatura

Tras el paso de las borrascas y la posterior subida de las temperaturas hay que vigilar los neumáticos, la batería y las escobillas para circular con seguridad

Las escobillas se pueden deteriorar con el fío, el calor y la humedad F. P.

A. Noguerol

El Barco de Ávila

Tras unos días marcados en España por el paso de las borrascas Hipólito, Irene y Juan, que trajeron abundantes precipitaciones de lluvia y nieve en algunos puntos de la geografía, además de temperaturas bajo cero en varios lugares, la calma y el ascenso notable de las temperaturas se impondrán próximamente, según la predicción de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). Pero el invierno no ha terminado y de nuevo las temperaturas y la lluvia podrán hacer acto de presencia en los próximos días y semanas.

Son factores que influyen en el estado de los vehículos, ya que los cambios briuscos de temperatura pueden provodcar averías en algunos elementos sensibles.

Así, los expertos de Euromaster recomiendan vigilar especialmente el estado de los neumáticos, de la batería y de las escobillas de los limpiaparabrisas.

Los neumáticvos se consideran los «zapatos» del vehículo y son el único punto de contacto entre el coche y el asfalto, de ahí su importancia para que estén siempre en buen estado y ofrezcan un óptimo agarre o motricidad en todo momento. Por ello, resulta clave revisar tanto la profundidad del dibujo de la banda de rodadura como la presión.

En el caso de la presión, las fuertes oscilaciones de temperatura afectan al comportamiento del neumático. De hecho, si la temperatura aumenta, las moléculas que forman el aire se mueven más rápido y eso provoca que aumente la presión. En este sentido, desde Euromaster se recomienda vigilar la presión de las ruedas al menos una vez al mes y en el caso de ajustar dichos niveles, siempre se ha de hacer de acuerdo a los valores recomendados por el fabricante del vehículo, que suelen venir indicados en los umbrales de las puertas delanteras.

En cuanto a la batería, puede sufrir con los cambios bruscos de temperatura y cuando ésta se sitúa por debajo de 5 grados en invierno o cuando superan los 28 grados en primavera y en verano (de hecho, varios puntos de España rebasarán holgadamente los 25 grados de temperatura los próximos días). Por ello, ante los cambios estacionales o ante variaciones muy repentinas en las temperaturas, conviene vigilar de cerca la batería, ya que son los momentos de más riesgo para este elemento del vehículo y, por tanto, de que nos deje tirados.

En por esto, que si ha pasado mucho tiempo desde la anterior revisión -desde Euromaster, se recomienda hacer un «electrocardiograma» o chequeo a la batería al menos una vez al año-, sus averías se producen sin previo aviso y sin dar síntomas.

En tal caso, cuando una batería falla, el vehículo directamente no arranca. La avería en sí no es grave, pero sí puede ocasionar muchas molestias al conductor y sus posibles acompañantes, sobre todo por el momento y el lugar, ya que no es lo mismo que el coche no arranque en la plaza de aparcamiento que en un lugar más alejado del domicilio.

Finalmente hay que prestar atención a las escobillas y al líquido limpiaparabrisas. Si ambos componentes están en buen estado, en todo momento el conductor tendrá una buena visibilidad tanto por delante como por detrás del vehículo. Al respecto, Euromaster recomienda revisar los «limpias» al menos una vez al año o, en este caso, tras un periodo prolongado sin precipitaciones, ya que se ha podido generar polvo y una excesiva suciedad en las gomas que limpian el cristal. Esta sustitución tiene un precio que oscila entre los 15 y los 50 euros y en ella también se debe rellenar el depósito con el líquido correspondiente.

Ante la subida en las temperaturas los próximos días que anuncian las predicciones meteorológicas y, si se realiza un viaje por carretera por zonas costeras o por lugares cercanos a las vegas o riberas de los ríos, aparecen mosquitos y otro tipo de insectos que pueden incrustarse en la luneta delantera y, por tanto, dificultar la visión mientras se conduce. Por ello, las escobillas siempre han de estar en buen estado, siendo uno de los elementos que ha de revisarse durante todo el año, haga frío o calor.

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