Factores decisivos para adquirir una moto eléctrica
La moto eléctrica, que representa más del 5% del mercado, tiene una serie de ventajas entre las que se incluye la de la lucir la etiqueta CERO de la DGT
![Moto eléctrica](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/motor/2022/12/21/moto-electrica.jpg)
La moto eléctrica se ha convertido en una realidad cotidiana. En España más del 5% de las motos que se comercializan son enchufables. Este crecimiento de la industria viene acompañado de los desarrollos tecnológicos nacidos en competiciones como el Mundial de Moto-E. La optimización y desarrollo de baterías más eficientes para mejorar la autonomía, los estudios dinámicos de los sistemas de propulsión, la mejora en las prestaciones y la entrega de potencia o la implementación de sistemas de seguridad son algunas de los progresos que pasan de forma continua de los circuitos a nuestras calles.
José María Riaño, secretario general de Anesdor (Asociación Nacional de Empresas del Sector de Dos Ruedas), ha destacado que «la moto eléctrica es un vehículo perfecto para circular en ciudad. Combina las ventajas ambientales que presenta la tecnología eléctrica y las de movilidad intrínsecas de la moto: contribución a la descongestión del tráfico, reducción de los tiempos de desplazamiento y ahorro económico para los usuarios tanto en la adquisición como en el mantenimiento».
«No obstante, cabe destacar que en el ámbito urbano la gran mayoría de las motos de combustión que circulan son pequeñas, con consumos por debajo de los 2 litros, lo que las convierte en vehículos extremadamente eficientes en este sentido y con una huella ambiental muy baja en comparación con otros medios de transporte», ha asegurado.
La moto eléctrica tiene una serie de ventajas respecto a otros vehículos eléctricos en el 'sharing', pero también a nivel de particulares. Son unos vehículos más económicos y el aumento de precio de la tipología eléctrica no es tan alto. Además, el hecho de que puedan conectarse a enchufes convencionales y la batería sea extraíble ayudan de forma significativa al usuario.
Alternativa real
Entre las ventajas de este medio como transporte están el ahorro en combustible e impuestos: recargar una moto eléctrica es más barato que llenar el depósito de gasolina en una moto convencional. Además, el hecho de no generar emisiones contaminantes puede hacer que ahorremos dinero en impuestos municipales.
Las motos eléctricas necesitan de menos cuidados y revisiones; al no llevar gasolina ni aceite no genera olores a estos compuestos, son vehículos muy silenciosos y no cuenta con componentes que puedan lastimar a los pasajeros, como los tubos de escape de las motos convencionales.
Asimismo, no generan emisiones contaminantes y evitan la contaminación acústica. Y, quizás, la más importante, lucen la etiqueta CERO de la Dirección General de Tráfico (DGT), la cual les permite obviar todas las restricciones de las Zonas de Bajas Emisiones en las grandes ciudades.
No obstante, los detractores consideran como gran desventaja su precio. Por norma general, la tarifa de compra resulta algo más elevada; pero si se tiene en cuenta que el mantenimiento y el riesgo de averías es menor, ese sobrecoste queda amortizado a medio plazo. Además las motos eléctricas cuentan con interesantes subvenciones contempladas en los planes de ayudas del Gobierno.
Por último, no existe una normativa específica que regule el uso de motos enchufables; todo lo que respecta a la circulación y los usuarios se rige por las normas de la DGT relativas a los vehículos de dos ruedas. Esto significa que para conducir una moto eléctrica es necesario tener un permiso de conducir en vigor, y el tipo se establece en función de la potencia del motor eléctrico y de la velocidad máxima que pueden alcanzar. El carné AM es el mismo que el de los ciclomotores y nos permite conducir motos eléctricas que no superen la velocidad de 45km/h. El A1 ó B con tres años de antigüedad es necesario para conducir motos eléctricas con una potencia de motor de hasta 11KW, pueden superar los 45 km/h.
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Finalmente, el A2 es el que se necesita para conducir motos eléctricas con una potencia entre los 11 y los 35 kW; y el A permite utilizar cualquier moto eléctrica independientemente de su potencia y velocidad.
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