Así piensan los dos candidatos a la presidencia de CEIM

Arturo Fernández: «Tengo el apoyo de la CEOE y de los grandes empresarios»

Arturo Fernández mide sus fuerzas con Hilario Alfaro. Está en juego la presidencia de la patronal madrileña. «Soy la veteranía, el compromiso y la honradez», dice en su despacho, relajado y sin parar de atender el teléfono: «Otro más que me apoya».

–A un día de las elecciones, ¿se siente ganador o perdedor?

–El que se presenta a unas elecciones siempre tiene que sentirse ganador. Y eso que han sido muy complicadas.

–¿Complicadas? ¿Lo dice por la acidez de la campaña o porque en 36 años nunca se habían presentado dos candidatos?

–Estoy feliz porque haya más de un candidato. Lo digo de verdad. Es democrático. La gente elegirá al mejor para los próximos cuatro años.

–¿Ha habido guerra sucia?

–Sucia, no; poco agradable, sí. Se ha hablado más de las personas que de los proyectos. Los empresarios madrileños quieren que les digamos cómo resolver sus problemas y para qué vale la CEIM. Los asuntos políticos y personales no les interesan.

–¿Y qué les interesa hoy, con una crisis a cuestas?

–Salir adelante, que les faciliten créditos, pagar sus nóminas, menos trabas administrativas...

–Su programa se titula «Las cosas claras». ¿Hasta ahora no lo estaban?

–Llevo trabajando desde los 17 años y siempre digo lo que pienso. Mi programa dice lo que he hecho y lo que queremos seguir haciendo.

–¿Cómo convencer al empresariado madrileño para que le vote?

–Diciéndoles que vamos a seguir siendo la patronal más influyente de España. Que es una organización muy bien dotada, sin ninguna subvención. Somos la mayor. Y con una unidad estupenda entre todos los empresarios. Además somos muy influyente con la nuestra casa madre, la CEOE, a la que apoyamos. También hay un trato leal y fluido con las tres Administraciones y colaboramos con ellas, pero si algo no nos gusta, lo decimos.

–¿Duele que le reprochen su imputación por el caso Bankia?

–¡Cómo no va a doler! Cuando Hilario Alfaro me dijo que se presentaba, me dio alegría. Habría confrontación. Pero si nos ponemos a hablar de imputaciones, de cómo van mis negocios o de cómo pago o no pago a plazos a la Seguridad Social, eso es terreno personal. Yo no he abierto la boca sobre el señor Alfaro, que tendrá sus luces y sus sombras. Y no hacen falta 99 medidas para arreglar los problemas de los empresarios. Con cinco ya está bien.

–Ejemplos de esos cinco, por favor.

–Mejores cauces de financiación, facilitar un diálogo con los sindicatos, facilidad para crear empleo y, también, que no nos suban los impuestos.

–¿Esa es la síntesis de su proyecto?

–Básicamente, sí. Y el señor Alfaro lo que tiene que hacer es hablar del suyo. Y no de Lourdes Cavero, la esposa del presidente regional, que dimitió como vicepresidenta pero que va en mi candidatura como doscientos más porque es empresaria. O de Juan Rosell, o del Gobierno autónomo, o de Esperanza Aguirre. A mí me hubiera gustado que la campaña hubiera sido elegante.

–Para más «inri», ahí está la sospecha de los cursos de formación.

–¡Que no me hablen a mí de cursos de formación! Desde que estoy en CEIM he dicho que la formación es necesaria y que hay empresas muy dignas que lo hacen muy bien. Pero el modelo está obsoleto. Dicho esto, lo que ha salido, que se investigue a fondo.

–¿En qué se basa para afirmar que a Hilario Alfaro le arropa el PSOE?

–Hemos visto a Tomás Gómez y Antonio Miguel Carmona, por ejemplo, en un desayuno que organizó. Le arropa el socialismo madrileño.

–¿Y a usted quién le arropa?

–A mi, los empresarios madrileños y ningún Gobierno en especial. Tengo el apoyo de la CEOE y de los grandes empresarios. Y de muchos de los pequeños y medianos. Y si hay buena sintonía con la Comunidad y el Ayuntamiento es porque el PP lleva gobernando muchos años. Han velado siempre por nuestros intereses.

–¿Es bueno que CEIM y Cámara de Comercio compartan presidente?

–Es magnífico. Antes todo era doble. Como somos uniprovinciales es perfectamente compatible un único presidente. Se ahorra muchísimo. La de Madrid, es la Cámara más potente de España; sin pago obligatorio, sin subvenciones y con las cuentas saneadas. Hay compromiso.

–¿Qué le desea a su contrincante?

–Le deseo lo mejor en su vida personal y empresarial, pero que pierda estas elecciones.

Hilario Alfaro: «CEIM no tiene ahora mismo independencia política ni económica»

Hilario Alfaro está «tranquilo» y con la satisfacción del «trabajo hecho» en una campaña a las elecciones de CEIM que confiesa que ha sido «vertiginosa». A horas de conocer quién liderará la patronal madrileña afronta la recta final con «mucha ilusión». Hasta la mesa donde le entrevistamos se acerca un empresario (no parece pactado) y le espeta: «Hilario, necesitamos un cambio». «No le conozco, lo juro», confiesa. «Son muchos los que me paran cada día para darme su apoyo», dice.

–¿Cree que la imagen del empresario ha salido mal parada de esta campaña electoral?

–La imagen del empresario lleva dañada desde hace años con todos los problemas que han tenido los dos últimos presidentes de CEIM, Fernández y Díaz Ferrán. Lo último que faltaba eran los cursos de formación...

–Arturo le ha acusado de jugar sucio, ¿cree que él ha jugado limpio?

–Arturo lo que no puede decir es lo que no es cierto. No puede decir que me ha metido en CEIM porque yo ya llevaba siete años cuando llegó él. No puede decir que he jugado sucio porque no tiene ni una sola prueba de ello.

–¿Debe algo a Arturo Fernández?

–No le debo absolutamente nada y Arturo si me debe a mí el haberle dicho, en Junta Directiva, lo que nadie se ha atrevido a decirle. Cuando he creído que estaba equivocado se lo he dicho y el tiempo me ha dado la razón. Eso es lealtad a CEIM.

–¿En qué se ha equivocado?

–La decadencia, la pérdida de influencia e independencia de CEIM viene de sus diez años de gestión.

–Y en el escándalo de los cursos ¿CEIM podía haber hecho algo más?

–Han fallado los controles. Los empresarios hemos dado un mal reflejo a la sociedad. Lo que estamos reclamando es ejemplaridad. El primero que debe dar ejemplo es su presidente.

–¿Ha dado ejemplo Arturo?

–Eso es algo que debería decir él...

–¿Cómo recuperará la confianza de la sociedad en los empresarios?

–Con mi compromiso de independencia, transparencia y utilidad pública.

–¿CEIM no es independiente?

–CEIM no tiene ahora mismo independencia política ni económica. Vamos a tener que vivir de nuestras cuotas. Para ello, el presidente nunca podrá hacer negocios con la Administración ni cobrar de un Consejo ni público ni privado. Teniendo un presidente independiente tendremos una CEIM independiente.

–¿Es usted un empresario ejemplar?

Entramos en una época en que la sociedad no va a calificar a los empresarios entre grandes y pequeños sino entre eficaces e ineficaces; entre decentes e indecentes. Y yo me encuentro entre los eficaces y decentes.

–Ha dicho que Arturo debería dimitir y no presentarse a la reelección...

–Lo que he dicho es que si yo estuviera imputado no me presentaría.

–¿Tiene miedo a que pueda volver a salir reelegido presidente?

–No, no tengo miedo. Representamos la regeneración de CEIM con una candidatura abierta e integradora. La prueba está en que he presentado una lista con nombres que me votarán y otros que sé que no me van a votar. Arturo sigue contando con gente del pasado como Lourdes Cavero, Guillermo Marcos o las organizaciones que presidía Alfonso Tezanos...

–¿Le perjudica el voto delegado?

–Este voto puede perjudicar a la credibilidad básica del proceso electoral. Lo primero que haremos será cambiarlo.

–¿Qué más hay que cambiar de manera urgente en CEIM?

–Llevamos 36 años sin cambiar nuestros estatutos. Hay que actualizar las comisiones de trabajo. Pondremos a trabajar los órganos inactivos. Por ejemplo, el Comité Ejecutivo, en los 14 años que llevo siendo miembro de CEIM, nunca se ha reunido.

–¿Qué le viene a la cabeza al hablar de financiación?

–Sufrimiento. Necesitamos que llegue a las empresas y a las familias. Si no es por las vías tradicionales, será por caminos como el «crowdfounding». Tenemos que ayudar a las empresas que han sobrevivido a la crisis, a los jóvenes, a los discapacitados y los que han fracasado. Queremos incentivar las segundas oportunidades con un plan de «re-emprendimiento».

–Si gana limitará su mandato a 8 años, ¿por qué lo hace?

–Es lo más sano. Creo que debe ser un compromiso personal de cada presidente y mi experiencia al respecto ha sido positiva en otras organizaciones.