Indignación por un libro infantil: «Los policías son bestias, dan patadas y puñetazos»

«Papá se ha perdido», un libro infantil de la editorial Edebé, ha provocado una indignación generalizada entre la Policía , ya que su contenido, que gira en torno a un niño que no encuentra a su padre, demoniza a los agentes a través de una imagen agresiva, altiva y violenta, reflejada en el temor y la desconfianza del personaje respecto a su trabajo y voluntad.

«Me gusta verlos en los dibujos o en las películas , pero no me atrevo a hablarles. No me gustan. Los policías son brutos. Y vocean», dice en una de sus páginas el escrito de José María Plaza, que aunque data de 1998, aún hoy se sigue comercializando.

La historia, en efecto, presenta a un menor aterrorizado; no tanto por no encontrar a su padre, sino especialmente por la imagen que tiene sobre la Policía . En ese sentido, es retratada como un enemigo, lejos de su consideración de servicio público. «¿Es un delito perder a un papá?», se pregunta el niño, receloso porque «con los policías nunca se sabe». «Son muy bestias, pegan patadas a las puertas, dan puñetazos, insultan, gritan mucho... Lo sé muy bien. Lo he visto en la tele», apunta.

Escondido en el lenguaje propio de un libro infantil, en la representación que el personaje hace sobre los agentes hay una mezcla de arrogancia, violencia y tergiversación de su trabajo, basado en una connotación negativa de su función de control. «No saben agacharse y te miran siempre desde arriba, con las manos puestas en la cintura, allí donde tienen las pistolas. Y parece que siempre están enfadados, y tienen esposas y te meten en la cárcel...», sostiene.