tribunales
Habla la menor raptada: «En el pozo nos abrazábamos para darnos calor»
Ése ha sido el testimonio que la niña violada por el acusado realizó ante los psicólogos tras ser rescatada; asegura que no escapó para cuidar de su hermano pequeño

Una de las víctimas de José Ramos Amador, de 55 años, acusado de arrojar a dos menores de 10 y 8 años a un pozo de 15 metros de profundidad en las afueras de Algete, ha explicado que cuando estaban en él, ella (Andrea) y su hermano (Florín) se abrazaron «para no tener frío durante la noche», informa Ep.
«Estábamos asustados», contó a los psicólogos de la Guardia Civil poco después de ser hallada en junio de 2011, casi moribunda. En la segunda sesión del juicio, el tribunal de la Audiencia Provincial de Madrid ha escuchado el testimonio de los menores al visionarse las entrevistas que les realizaron los psicólogos de la Benemérita ante el juez instructor tras ser rescatados.
Los pequeños fueron encontrados dos días después con signos de deshidratación. Andrea ofreció entonces todo tipo de detalles, como que su agresor sexual le hizo sangre en «la parte de las chicas» y que él tenía tatuajes en el tórax, brazos y en sus partes «con unos cuernos», como si fuera un demonio. En ningún momento les dio nada para comer ni beber.
«Nos cogió de la mano y nos lanzó al foso. Mi hermano lloraba. Nos dijo que si no nos callábamos nos iba a matar. Le decía que se callara. Vino la Policía y nos sacaron»
Su hermano, que recordaba menos detalles, sí afirmó que «fumaba puros y que el hombre malo tenía bigote y el pelo negro». Ramos Amador, que se ha dejado ver el rostro a su entrada a la sala, se enfrenta a una petición fiscal de 65 años de cárcel por dos delitos de asesinato en grado de tentativa, dos de detención ilegal y uno de violación.
Cabizbajo y atento al relato de sus víctimas
Como ayer, el presunto agresor se ha mostrado cabizbajo durante el desarrollo de la vista oral, en donde ya se ha tapado el rostro. Durante su recorrido esposado a la Audiencia, ha insultado a los periodistas. En el visionado, ha estado atento al relato de los pequeños.
«El agua podría estar contaminada; no le dejaba beber» «Me dijo que me quitara la ropa. Cuando se la quitó él tenía tatuajes. Le dije que si no me llevaba a casa se iba a enterar y me dijo 'sí, vale, vale', y me desnudó. Yo le preguntaba si mi hermano estaba bien, me decía que sí, que sí. Luego me tiró al pozo», relató entonces la pequeña.
Según ha explicado hoy uno de los psicólogos la menor contó que en el foso pasó mucho frío y que cuidaba de su hermano, tratando de que no bebiera del agua porque podría estar envenenada. Además, dijo a los psicólogos que tuvo ocasión de huir, pero que se quedó porque tenía que proteger a su hermano, informa Ep.
Por su parte, María, la madre de los niños, que se encuentran en Rumanía, explicó, entre lágrimas: «Ha sido un día muy duro; más de lo que pensaba», informa Efe. El acusado se enfrenta a una petición fiscal de 65 años de cárcel.
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