El Sorteo de la Lotería de Navidad, interrumpido en dos ocasiones por problemas con la manivela de uno de los bombos

Como ocurre cada 22 de diciembre, el Sorteo Extraordinario de Lotería de Navidad ha dejado múltiples momentos emotivos y variadas anécdotas para todos los gustos. Desde los asistentes que han acudido al Teatro Real disfrazados hasta los agraciados por alguno de los premios que se han visto sorprendidos en pijama mientras desayunaban y miraban el sorteo.

En este sentido, los premios han sido los protagonistas. Y es que este año el sorteo repartía 2.590 millones de euros, 70 millones más que el año pasado. El Gordo, el número más esperado en toda la jornada, ha hecho historia por la tardanza en haber aparecido, pasadas las 13 horas. Nunca antes se había conocido tan tarde.

Este año, además, ha habido una protagonista inesperada. Se trata de la manivela de uno de los dos bombos, cuyo mecanismo se ha atascado en varias ocasiones y que ha obligado al personal de la sala que sigue el funcionamiento del sorteo a intervenir.

Los problemas se han agudizado en la recta final del sorteo: durante la penúltima tabla de alambres de números, el bombo grande (el que acoge a las 100.000 bolas con los números que participan en el sorteo) se ha encallado en al menos dos ocasiones y han obligado a tomar medidas a las personas que, sobre el escenario, se encargan de garantizar que todo fluya en el sorteo y no haya ninguna irregularidad. Se han vivido, pues, momentos de tensión.

Así, y de manera muy rápida gracias al uso de un destornillador, el personal ha corregido el problema, mientras los niños que estaban cantando los números se han esperado. Entre el público se han notado los nervios y el runrún ante lo que ha ocurrido, y es que el hecho de que a esa hora todavía no hubiera salido ni el primer ni el segundo premio hacían que la expectativa fuera máxima. El sorteo ha podido continuar con total normalidad.

El bombo en cuestión está realizado en una aleación de latón y bronce y su esfera tiene un diámetro de 1,58 metros. La manivela que lo acaba, y que ha generado los problemas, estaba acabada en madera.