La Lotería de Navidad desde el Teatro Real: guiños a Valencia y un Gordo que no fue
Familias vestidas de voluntarios y dos jóvenes con su indumentaria fallera...los damnificados por la Dana han estado más presentes que nunca en el sorteo
Lista completa de premios del sorteo de la Lotería de Navidad 2024
¿Dónde se ha vendido el Gordo, el 72480, primer premio de la Lotería de Navidad 2024? Ciudades y administraciones
Directo de la Lotería de Navidad: comrpueba el Gordo y todos los premios
![Dos jóvenes, vestidos de falleros, en el Teatro Real](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/loteria-de-navidad/2024/12/22/loteria-valc-RIRAOKvT98gAmLl7IZZK09L-1200x840@diario_abc.jpg)
Hay incondicionales de la Lotería, como la veteranísima Manoli, el afónico Obispo y el cantarín Quijote, entre otros, que nunca fallan en los primeros puestos de la cola para ver la Lotería de Navidad desde el Teatro Real. Pero este año se notaba que era domingo. A primera hora de la mañana, la fila se alargaba hasta bien entrada la Plaza de Ópera. En ella, entre mantas térmicas y tiendas de campaña, se oían acentos de toda España. Los más retratados, eso sí, fueron los valencianos. Helena y Vicent llevan seis años viniendo a Madrid a vivir el Sorteo, normalmente, «vestidos de zorros». Pero este año, y como homenaje a su tierra, han cambiado los disfraces por la indumentaria fallera. Su pueblo, Llíria, se salvó de las inundaciones, pero ellos han estado echando una mano en Chiva. Su único deseo hoy era que el Gordo cayese en la zona cero de la dana: «Me haría más feliz que si me tocara a mí, porque hace falta y aún se ve», afirma Vicent.
No son los únicos de la 'terreta' que se dejaron caer por la capital para ver si este año la suerte les sonríe. Lucía y María han venido con sus maridos y sus hijos adolescentes, Aitor y Gonzalo, a que llevan colgado un cartel en el que se puede leer: «Queremos el gordo para Valencia». Los mayores van vestidos con el mono blanco de los voluntarios, que es precisamente lo que fueron, repartiendo comida entre sus paisanos, esos fatídicos días de octubre y noviembre. Lucía, de hecho, trabaja en Massanassa y sigue en Erte.
Pero hoy toca aparcar los fantasmas de la desgracia. Hoy toca ilusionarse. De hecho, primera hora, el patio de butacas es todo nerviosismo y bullicio, además de pijamas, disfraces, luces y gorros de Navidad. Y eso que en el patio de butacas se colaron dos 'grinch', José Antonio y Pedro, uno de Jaén y otro de Canarias. ¿Y por qué de grinch? «Por quejarnos un poco», bromean. En realidad, estos dos amigos son lo opuesto al ogro. Se conocieron en el Camino de Santiago y, al ver tanta compra de décimos casi en verano, decidieron que este año vivirían el sorteo en directo. Las entrevistas con los medios, dicen, les ayudan a mantenerse despiertos, porque la noche al raso pesa. Y si no que se lo digan a los que aprovechan el soniquete de la pedrea para echar una cabezada.
El Gordo, el 72.480, que cayó media hora antes del mediodía, despertó a más de uno. Alguien pensó en el patio que le había tocado, pero rectificó al minuto. Los amagos de premio, otro clásico en el patio de butacas. El gran sobresalto de la jornada llegó minutos después con el error de Yadira, una de las niñas que cantaba premios, que gritó por segunda vez en la jornada «cuatro millones de eeeeeeuros». Rápidamente, y antes de que se disparasen las teorías conspiranoicas, un funcionario de Loterías procedió a corregir el error en ese mismo momento. La pequeña cantó el premio bueno, los mil euros de rigor, entre aplausos y continuó el sorteo. La organización explicó después que a la pequeña le traicionaron los nervios: los niños ensayan alternativamente cánticos de pedreas y premios. Y Yadira, en lugar de leer la bola, cantó de memoria. «Un chico me ha dicho que lo cante... », se excusó la pequeña. Cosas del directo. En cualquier caso, destacaron desde Loterías y Apuestas del Estado, los números pasan después por hasta cuatro procesos de revisión.
Cosas de niños
Hablando de niños, el sorteo tuvo otras protagonistas bajitas: Martina, Valeria y Adriana, de 10, 8 y 3 años, que acudieron al teatro a ver a su padre, Ángel, al que que hoy le ha tocado trabajar como interventor. O la pequeña Noa, que con apenas un año, ha aguantado prácticamente todo el sorteo en brazos de su padre. Algunos mayores (incluso eminencias como el Obispo), abandonaron el Teatro Real antes que ellos, después del Gordo. La noche en vela pasa factura pronto. De hecho, el Papa se sintió indispuesto y tuvo que ser atendido por la enfermera del Teatro Real y el Samur.
En las últimas tablas, el ritmo del sorteo se realentizaba a la espera del último gran premio, el segundo. Tanto, que la segunda mitad del sorteo solo la aparición de la vaquilla del 'Grand Prix' amenizó la espera a los asistentes. El ánimo ya empezaba a decaer incluso entre los Capitán Pescanova, Naim, Matín y Rodrigo, un grupo de amigos de A Coruña que se trajeron hasta redes para «atrapar el Gordo». Con tanto trasiego más que cazarlo incluso perdieron un décimo. Al final, toque o no, otro de los premios es llevarse la experiencia de vivir un día histórico en primera fila: «Estamos disfrutando mucho, el próximo año repetimos seguro».
Entre los últimos que abandonaron el sorteo estaban los grupos valencianos. Se fueron de vacío, aunque felices porque algo ha caído en Catarroja, Paiporta, Bonaire y Requena, entre otros. «Yo ya agoté toda mi suerte cuando conocí a mi marido», confiesa Lucía. La fortuna, al final, va a ser tenernos. Con eso nos consolamos los que no hemos sido hoy agraciados ni con una pedrea.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete