Rodrigo Cortés, Cineasta y escritor

«Mi mejor manera de ser optimista es tratar de no quejarme»

/ JESúS GARCíA CALEROIr al artículo
Rodrigo Cortés
Rodrigo Cortés
ArtistaGaliciaEntre 41 y 50 años

-¿Tiene motivos para el optimismo en 2017 el sector cinematográfico?

-No pienso, la verdad, en esos términos: no discuto el tablero. La realidad es cambiante, siempre, y es la que es; queda intentar el mejor movimiento con las condiciones que la realidad procura. Mi mejor manera de ser optimista es tratar de no quejarme.

-Su nueva película se estrena este 2017. ¿Algo que pueda decirnos sobre ella o sobre el rodaje?

-Parte de una novela «young adult» de Lois Duncan que tuvo mucho predicamento entre las jóvenes lectoras de los 70. He tratado de llevarla a la pantalla con una vocación más polanskiana que adolescente y más fincheriana que gótica. Veremos...

-¿Qué objetivos se ha marcado para el año que comienza?

-No espero nada (risas). Literalmente. Esperar te hace adoptar una postura muy concreta y, si no sucede lo que esperas, te vienes con facilidad al suelo.

-¿Algún proyecto literario en marcha?

-Dos novelas me rondan la cabeza; una de ellas, bajo ciertas condiciones, podría ser también un guión. Una vez más, veremos...

-¿Qué experiencia le ha dejado la publicación de los dos anteriores libros? ¿Qué añade su literatura a su cine?

-No hay pluma sin cámara ni cámara sin pluma, para mí. Simplemente, porque así es como sé expresarme. La literatura y el cine responden a presupuestos muy diferentes, a veces alejados, ni siquiera complementarios. En lo personal, necesito ambas herramientas -la literatura profundiza en aquello que el cine divulga- para compartir mi visión, o mi prescindible, pero particular, procesado del mundo.

-¿Cómo se le ocurrió la sección Verbolario? ¿Es más difícil escribir cuanto más breve?

-Existe ese axioma, sí, que supone más complicado parir un aforismo que una buena novela. Lo difícil es, en realidad, hacerlo bien; algo; lo que sea. Y, si hemos de ser honestos, siempre será más difícil cerrar una novela compleja, poliédrica y rotunda que bruñir una ocurrencia hasta que brille. En el nacimiento de Verbolario fue determinante Ambrose Bierce -a quien admiro mucho-, y su «Diccionario del diablo». Un día definí, por deporte, un puñado de palabras, que leyeron, por lo visto, las personas adecuadas. Unas semanas después, cerraba cada día ABC, lo que nunca estuvo entre mis planes.

-¿Qué es lo más extraño que han dicho de su Verbolario?

-Que le quita la ropa a las palabras.

-¿Qué es la actualidad (además de política)?

-Como género, un lastre. La actualidad es, por definición, contingente, efímera, fungible, sin vuelo. Expresa verdades que no han sido sometidas a reflexión, su vigencia es necesariamente caduca, y su resonancia breve. Al contrario de lo que haría un viñetista -y los hay admirables-, apenas uso Verbolario para definir la actualidad, que se define muy bien sola.

ArtistaGaliciaEntre 41 y 50 años
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